Para ello, ha colocado una taza gigante en la plaza de Felipe II en Madrid en la que, además de invitar a café a miles de personas, ha recogido mensajes optimistas de cara al 2012.
Los mensajes, redactados in situ o enviados via Facebook y Twitter (con el hashtag #latazadeloptimismo) han ido rellenando la taza a lo largo de la semana en la que ha durado la acción. A continuación esos mensajes de ánimo han sido entregados en diversos sitios que habían sufrido especialmente los estragos del 2011, y en los que había cierto riesgo de que hubiera cundido el pesimismo: en la Bolsa, en el Ministerio de Economía, en las sedes del PSOE y también del PP, en una peña del Atlético de Madrid, en una cola del INEM, en la SGAE…
La estrategia en redes sociales se complementaba con otras piezas como una aplicación en Facebook para crear felicitaciones optimistas personalizadas o varios vídeos en los que una reportera entregaba los mensajes en los diferentes lugares.
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