
Los encargados de hacer vibrar el asfalto fueron las bandas Bigott, Mendetz y Green Gardens.
La agencia Morrison fue la responsable de comunicar el evento y entregar las entradas mediante un juego online que conectaba el social media con las calles de Barcelona. En total 46 personas fueron los exclusivos pasajeros del bus, que además de vibrar con el concierto se convirtieron en los instagramers del festival.

