
Para ello la marca de chocolates propiedad de Mondelez, de la mano de la agencia Fullsix, creó Karaokiss, una acción en la que los participantes se dieron tiernos besos a ritmo de vals.
En lugar de mostrar la letra de las canciones en una pantalla como en los karaokes convencionales, en Karaokiss aparecían imágenes de labios que escenificaban el punto exacto en el que las parejas debían besarse.
Para saber si lo hacían en el instante correcto los participantes llevaban pulseras con sensores que detectaban el momento en el que se producía el contacto de sus labios. Todos aquellos que aceptaron el desafío recibieron tabletas de chocolate para celebrar San Valentín.