
Dichos usuarios serán seleccionados aleatoriamente en el momento de preparación del pedido en el restaurante. Una vez allí, los jugadores tendrán la opción de competir en casa utilizando sus ‘smartphones’ o tabletas como mando. Si ganan al repartidor, obtendrán su próximo pedido en casa, por el mismo importe, gratis. Si, por el contrario, el vencedor del juego es el repartidor, los clientes no obtendrán su premio, y se podrá publicar su derrota en las redes sociales de la cadena de restauración.
Los consumidores seleccionados para formar parte de la campaña recibirán también de manera gratuita y en el momento del reto el juego de PlayLink con el que decidan enfrentarse al repartidor , ganen o pierdan. Todos los usuarios que sean elegidos y no dispongan de su propia PlayStation, podrán informar al repartidor para que lleve su propia consola y de esta forma poder realizar la competición.
La campaña
Puesto que para esta iniciativa los repartidores tendrán que prepararse a fondo, el pasado lunes 11 de diciembre, la compañía de restauración inició esta campaña (obra de McCann) con un anuncio publicitario simulando una oferta de empleo en la que se detallaban las aptitudes necesarias para dar respuesta a este reto, tales como dominio de videojuegos y aptitudes de canto. Ese mismo día, el interés despertado por el anuncio hizo que la marca se convirtiera en ‘trending topic’ en Twitter inmediatamente, además de aparecer en los principales medios de comunicación.