Disney ha decidido dar marcha atrás en su política de inclusión y diversidad, alineándose con las decisiones de Donald Trump. Tras la prohibición de los programas de diversidad, equidad e inclusión (DEI) por parte del presidente estadounidense, quien los acusa de ser discriminatorios y divisivos para la sociedad, Disney se une a las empresas privadas que están renunciando o revisando sus iniciativas en este sentido. Este cambio ha generado una gran controversia, ya que Disney ha sido un defensor de una mejor representación de las poblaciones marginadas en Estados Unidos.
En un correo interno revelado por la prensa especializada estadounidense, la directora de recursos humanos de Disney anunciaba el fin del proyecto "Reimagine tomorrow" ("Reimagina el mañana"), lanzado en 2021 para amplificar las historias y los autores que inspiran un mundo más inclusivo. Este proyecto ha sido reemplazado en el sitio web de Disney por una página más vaga dedicada a la inclusión de "talentos", cuyo reclutamiento y evaluación se realizarán según los "objetivos comerciales y los valores de la empresa". La diversidad y la equidad han sido sustituidas por términos más ambiguos como "pertenencia" y "entorno favorable para todos".
La manifestación más visible de este cambio es la próxima eliminación de los mensajes al inicio de algunas películas que advierten a los espectadores de Disney+ sobre "representaciones anticuadas y/o un tratamiento negativo de personas y culturas". Esto es evidente en Dumbo, cuyos personajes de cuervos son considerados por muchos como caricaturas racistas de los afroamericanos. Ahora, la advertencia se mostrará discretamente en la información complementaria, señalando simplemente la presencia de estereotipos.
Aunque menos radicales que las medidas tomadas por las grandes empresas tecnológicas, estas contramedidas representan un giro. Bob Iger, el dirigente de Disney que ha tomado estas últimas decisiones, es el mismo que hizo de su empresa, desde finales de los años 2000, una compañía emblemática en el reconocimiento de las minorías negras y LGBT.
Este cambio no se debe únicamente a la reelección de Trump. Atacado violentamente por los republicanos, especialmente Ron DeSantis, gobernador de Florida, en su cruzada anti-woke, el gigante del entretenimiento está atrapado entre dos bandos. Toda politización genera división, por lo tanto, se desea un retorno a los fundamentos de Disney. Al igual que Walt Disney, quien evitaba todos los temas polémicos, Bob Iger comenzó en 2022 a revisar algunos proyectos considerados demasiado políticos.
Se han tomado varias medidas en este sentido, la más notable es la eliminación de cuestiones de género en la nueva serie de Pixar, "Ganar o Perder (Win or Lose)", disponible desde el 19 de febrero en Disney+. ¿Debemos temer entonces el lanzamiento de producciones que se adhieran a los valores trumpistas? Dado que Disney está ampliamente globalizado, no se imagina tal retroceso sino por una apuesta por la calidad. Cuando las películas destacan por su creatividad, el éxito está asegurado y el aspecto político pasa a un segundo plano, como fue el caso de la fábula "Zootopia" en 2016, en vísperas de la elección de Trump.