Un ejemplo de una marca que ha donado alimentos: Lindt
Un ejemplo de una marca que ha donado alimentos: Lindt

Casi un 80% planea recompensar a las marcas que están ayudando durante la crisis. Esta es una de las conclusiones del segundo informe ‘El comportamiento de los consumidores en un mundo de COVID-19’, realizado por Momentum Worldwide y que también señala que se penalizará a aquellas que no lo están haciendo.

En esta nueva oleada del estudio llevado a cabo por la agencia del grupo McCann, se señala, por otra parte, que aunque los ciudadanos reconocen la labor que están haciendo las marcas, esto no es suficiente. Les piden más compromiso y acción y, además, creen que tienen que mantenerles entretenidos y positivos. De hecho, se otorga a las marcas un papel casi de banderín de salida: los consumidores se fijarán en ellas para medir el estado o fase del virus y confían en que cuando las marcas empiecen a patrocinar y a realizar eventos, significará que la situación está bajo control. El informe señala también que el estado de confinamiento y, por tanto, de conexión familiar, genera nuevas oportunidades para que las marcas jueguen un papel significativo en la vida de los españoles. Pero también existe la opinión generalizada de que la mayoría de las marcas “están únicamente comunicando con el objetivo de sacar provecho de la situación y no actuando para lograr un impacto positivo en la población”. Por otro lado, en la segunda ola de encuestas de este estudio se aprecian ligeros cambios en el estado emocional de los consumidores:  aumentan sentimientos negativos como el malestar -que sube un 9%-, el cansancio, la preocupación o el estrés y disminuye la ansiedad en un 7%, el enfado o el miedo. Las únicas emociones positivas que mejoran son el optimismo y la relajación. No obstante, pese a un ligero repunte de las emociones negativas, más del 80% de la población se mantiene optimista con respecto al futuro y cree que el país saldrá mejor y más unido del COVID-19. Entre los aspectos emocionales que mide la encuesta, se indica que los ciudadanos se preocupan más por las consecuencias que pueda tener el virus sobre otros antes que sobre ellos mismos. Además, cerca de un 20% seguirá manteniendo la distancia social una vez acabe esta situación y un 23% opina que no pasa nada por salir a pasarlo bien cuando el ocio se reanude. En relación a las experiencias, conciertos o eventos deportivos, el 60% de los encuestados no se sentirá cómodo interactuando con otras personas en los eventos o incluso yendo a comprar al supermercado. De media, tardarán de uno a tres meses en volver a vivir una experiencia física y casi un 70% no se sentirá cómodo compartiéndola con cien personas o más, al tiempo que aumenta el interés por las experiencias virtuales vividas durante esta situación (un 70% no siente la necesidad de asistir a algo en persona para sentir que lo ha experimentado y un 85% estaría interesado en participar en un evento deportivo o concierto usando la realidad virtual). Aunque salir a comer o cenar fuera, viajar a otro país, volver a la oficina o asistir a un evento en directo son las experiencias físicas que más les apetece realizar.