
Coca-Cola plasma en esta ocasión el mensaje de su campaña de Navidad en el valor de la multiculrualidad. La marca se posiciona en torno a este concepto a través de un spot de 2’40” de duración titulado Real magic que ha sido creado por Dentsu McGarrybowen. El proyecto se emitirá en más de noventa mercados y su contenido se ampliará mediante diferentes activaciones en los canales digitales, colaboraciones con influencers, iniciativas locales en favor de la comunidad, acciones en puntos de venta o la posibilidad de que los usuarios soliciten vídeos personalizados de Papá Noel.
El anuncio comienza con el traslado de una madre y su hijo, que comienzan a vivir en un nuevo bloque de apartamentos en el que los vecinos parecen mostrar cierto recelo por su presencia. Al darse cuenta de que no hay chimenea, el pequeño aprovecha las cajas de la mudanza para construir la suya propia, lo que consigue juntar a la comunidad para hacer este proyecto posible. Con más cajas y una generosa dosis de cinta adhesiva, consiguen crear una chimenea que llega hasta el tejado del edificio y que corona una caja vacía de Coca-Cola.
Aunque pudiese parecer un gesto de egoísmo por parte del niño para facilitar la llegada de Papá Noel con su cargado saco, el propósito real de esta construcción es completamente diferente: hacer llegar una invitación a una anciana vecina que vive en lo más alto para celebrar las fiestas junto a él. Algo que finalmente consiguen y celebran en torno a una mesa en la que no faltan los envases de Coca-Cola.
La película, rodada en Hungría, ha sido producida por Rogue Films y dirigida por Sam Brown. Además de en su versión completa, contará otras más cortas, así como con otras píldoras para redes sociales de 20 segundos que estarán protagonizadas por algunos de los personajes del spot.