1. El “smartshopper” administra de forma inteligente su presupuesto.

El 63% de los hogares planifica la compra (frente a un 60% que lo hacía en 2002), y la mitad (51% frente a 46% en 2002) prepara una lista antes de salir de casa y se ciñe a ella una vez en la tienda. El objetivo: reducir riesgos y tentaciones a la hora de comprar.

Pero el consumidor no es sólo más planificador, sino también más racional: un 36% de las amas de casa declara seguir un presupuesto estricto a la hora de la hacer la compra, cuando hace ocho años lo hacía un 32%, y controla más lo que compra, a través de realizar más visitas a las tiendas (+2,5% respecto al año anterior) pero adquiriendo menos cantidad de producto en cada ocasión (-5,9% respecto al año anterior). De este modo es capaz de comprar solamente lo que necesita en ese momento y en la cantidad que necesita.

Por otra parte, la necesidad de optimizar su presupuesto destinado a la cesta de la compra le hace más ahorrador: un 73% compara precios para aprovechar ofertas, cuando en el 2002 lo hacía un 69%, y un 44% dice comprar productos de marca sólo cuando están en oferta, frente a un 39% en 2002. En este sentido, la marca de la distribución alcanza en el último año un 33% de cuota en valor, mientras que en 2002 ésta era de un 28%.

2. El consumidor exige un low-cost de calidad.

Para un 25% de las amas de casa el precio es el factor más importante a la hora de hacer la compra, 4 puntos más de lo que suponía en 2005 (entonces era un 21% de las amas de casa que así lo declaraba). Sin embargo, el valor del precio se ha modificado en los últimos años y el consumidor ya no busca solamente precios bajos, sino que quiere más por el mismo precio o lo mismo a un precio menor. Busca en cada acto de compra un retorno individual y quiere sentirse inteligente. Así, ha crecido el número de hogares que prefieren ahorrar en algunas compras para gastar más en otras: un 54,6% declara que “ahorra para lo que quiere”, frente a un 51% en 2006.

3. El consumidor es ecológico, pero no a cualquier precio.

Un 84% de las amas de casa utiliza contenedores de reciclaje y un 64% declara comprar productos que no dañan el medio ambiente. Sin embargo sólo un 43% de ellas estaría dispuesta a pagar más por estos productos, según el estudio, lo que demuestra que existe predisposición por parte del consumidor pero espera una oferta adaptada a sus convicciones.

4. Internet se expande como canal de compra.

Internet como canal para realizar las compras de alimentación y droguería ha crecido un 35% en valor en los últimos dos años, y 2,5 millones de hogares ya han hecho alguna compra a través de este canal en el último año. Éstos gastan un promedio de 64 euros en cada cesta, y un 28% de amas de casa menores de 35 años dicen que lo usarían para hacer la compra, lo que demuestra el potencial de este medio como canal de compra.

En el último año, de todo el gasto realizado en Caprabo el 4,2% provenía de las compras realizadas a través de capraboacasa.com, el 2,1% del gasto en Eroski de Eroski Online, y el 1,5% de Condis de CondisLine.com.


5. El consumidor comprará salud.

La demanda de salud y bienestar es y será una demanda legítima de consumidor. Siete de cada diez amas de casa declaran buscar productos sanos (71%), y el 51% opina que los productos sin aditivos saben mejor. El 60% prefiere comprar productos del país, generalmente más asociados a una dieta saludable.

Si bien en la década de los 90 el concepto de salud estaba asociado a “cuidar la línea”, hacia el 2000 el beneficio de la salud estaba en consumir alimentos funcionales y en 2005 se buscaba más el bienestar y la belleza, la tendencia que predomina en la actualidad es la que añade beneficios específicos a la funcionalidad.

Es decir, los productos que triunfan hoy y que marcan una vía de crecimiento basada en la salud, son aquellos que aportan soluciones específicas, como productos para combatir el colesterol, la densidad ósea…

Más datos aquí.