Entre las principales conclusiones del estudio, cabe destacar el rol sociabilizador de los aperitivos: el “momento aperitivo” de los españoles es compartido con familiares y amigos; el consumo moderado (cantidades entre 30 y 50 gramos) que se produce, eminentemente, por la tarde y por placer (se presta una especial atención al sabor y al disfrute). Estas variables se mantienen en todos los segmentos geográficos y de edad contemplados en el estudio. 

Los productos de aperitivo aúnan dentro de esta categoría de alimentos las patatas fritas, productos de aperitivo a base de cereales como el maíz, trigo, arroz, centeno, etc. (palomitas de maíz, tortillas, chips, tortitas y aperitivos fritos y extrusionados), los frutos secos (almendra, avellana, nueces, cacahuete, pistachos, piñones, pecanas, anacardos, macadamias), semillas como las pipas de girasol o de calabaza, y  las frutas desecadas (ciruelas, uvas pasas, dátiles, higos secos, orejones de albaricoque).

Consumo de aperitivos en casa, por la tarde y en compañía

Los resultados del estudio muestran un comportamiento homogéneo por parte del consumidor español. A continuación se recogen las principales conclusiones:

 

-El consumo de aperitivos se realiza, mayoritariamente, en casa. Así lo demuestran los porcentajes de consumo de patatas fritas (94 %), frutos secos (92 %) y resto de aperitivos (91 %), frente al consumo fuera del hogar (hostelería o calle), que alcanza el 58 %, 47 % y 45 % respectivamente.


-Cuando se consume fuera de casa, el consumo de aperitivos se realiza sobre todo en hostelería o en la calle, en menor proporción, en el trabajo. Los frutos secos son los que más se consumen tanto dentro como fuera de casa con 2,8 y 1,9 de frecuencia por semana. La Generación Silenciosa (más de 55 años)  es la que más los consume, con una media de 3,4 semanal y la Generación Z (18-24 años)  la que menos, con 2,2. 


-En cuanto al momento de consumo de los productos de aperitivo, los consumidores prefieren la tarde. La Generación Z es la que más consume patatas fritas en este horario  (71%), mientras que los ‘millenials’ y la Generación X (35-44 años) hacen lo propio con los frutos secos (ambos con 71%) y los ‘boomers’ con otros snacks (69%). 


-Otro aspecto a destacar es el motivo de consumo de aperitivos: el consumidor español toma productos de aperitivo por placer y porque le gusta el sabor (ambos con porcentajes de mención en poco más 60 % para patatas, frutos secos y otros snacks). El 69% de la Generación Silenciosa considera que un consumo moderado de snacks puede formar parte de una alimentación equilibrada. 


-Continúa destacando el importante papel de los productos de aperitivo como vehículo de sociabilización vinculado a momentos de convivencia y ocio. Así lo confirma el 56%  que lo hizo consumiendo patatas fritas en familia, el 45% que lo hizo con frutos secos y el 49% con otros snacks, en una tendencia muy similar a la de 2014. 


-El consumo por ocasión es muy moderado, no llega a 50 gramos  y no ha variado respecto al de hace dos años.


-En cuanto a la percepción de los consumidores sobre los aperitivos, el 87 % los considera un producto perfecto para amenizar reuniones con amigos y/o familia.  En este ámbito, la Generación Z es la más entusiasta con un 88%.


-Además, más de la mitad de los consumidores entrevistados (67%) consideran los aperitivos un tentempié idóneo y afirman que comer aperitivos ocasionalmente está perfectamente integrado en una dieta sana (60%).


-Los ‘boomers’ (45-54 años)  (53%) y la generación silenciosa (49%) se inclinan por acompañar las patatas con bebidas de baja gradación (cerveza, vino, vermut), mientras que los ‘millenials’ acompañan estas mismas bebidas con otros ‘snacks’.