En cuanto a la relación entre usuarios y marcas, el informe destaca la necesidad de adecuar los contenidos bajo estos tres pilares: la pertinencia, la relevancia y la autenticidad. Las marcas deben ajustar su tono a cada momento y a cada una de las redes sociales, adecuar el tipo de contenido a cada plataforma y trabajar los valores que se transmiten en cada red social.

Con respecto a 2015, el estudio señala la irrupción de la autenticidad y la espontaneidad en las redes sociales, frente al postureo. Esta nueva corriente se sustenta a través de formatos como los vídeos efímeros – Snapchat e Instagram Stories – en los que prima la naturalidad y los usuarios se aseguran que dichos contenidos se destruyan y no dejen rastro. Se trata de una actitud de búsqueda de control de su “yo-persona”, frente a la adaptación de su “yo-consumidor” que acepta compartir información con las marcas.

En este sentido, el observatorio distingue cuatro perfiles de usuarios, según su interacción con las marcas: 'outsiders', usuarios con relación básica o nula con las marcas; curiosos, siguen a las marcas para estar al tanto de tendencias y novedades del sector; clientes, siguen a la marca para conocerla en profundidad, y entusiastas, aquellos que consideran que el valor trasciende de la marca al contenido.

El estudio subraya también la expansión de los servicios de mensajería instantánea y las posibilidades de estos soportes para las marcas. Se constata el uso frecuente de estas ‘apps’ como micro-redes sociales. En este sentido, el usuario se muestra atraído por comunicaciones de marcas, por estos medios, siempre y cuando tengan una utilidad muy concreta y no viole este espacio privado. Por ejemplo, el 45% de los encuestados valoraría como muy interesante que una empresa de mensajería les informase sobre el estado de su pedido vía WhatsApp.

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