
1. 'Challengers'
La industria de la banca, tan regulada y tradicionalmente cerrada, ha visto como en los últimos años surgían compañías jóvenes y diferentes que plantaban cara a lo establecido. En un primer momento no tenían licencia bancaria y estaban centradas en pequeños servicios concretos o complementarios, incluso se introducían en terrenos de pagos virtuales. Pero hoy, las alternativas a los bancos tradicionales no tienen nada que envidiar a estos. La colaboración y la creación de ecosistemas de ‘fintech’ han logrado plantear nuevos modelos que hacen pensar si en el futuro existirán los bancos tal y como los conocemos hoy.
2. ‘Banks refreshed’
Resulta esperanzador que las grandes compañías no se hayan sentado simplemente a mirar cómo la revolución les pasaba por encima. Y es que hoy, algunos de los ejemplos más innovadores sobre el futuro de la banca, vienen de los propios bancos que ayer evitaban el cambio. En una industria como la financiera, era de esperar que ya fuese a través del cambio interno o externo, hubiese una transformación del ADN de las entidades bancarias. El dinero sigue al dinero, y hemos sido testigos de cómo algunas de las mayores inversiones en las ‘startups’ financieras más innovadoras han sido llevadas a cabo por bancos tradicionales. La transformación digital de las mismas ya es una realidad, y lo más importante, hoy ya llega de forma tangible y supone un cambio en la experiencia de sus consumidores.
3. ‘Mobile Money’
Hoy el móvil o incluso el reloj se pueden convertir en una tarjeta de crédito. Y es que, al igual que ha ocurrido en prácticamente cualquier sector, la tecnología móvil ha revolucionado el mundo de los pagos. Se puede acceder al banco a través de una aplicación, enviar dinero a cualquier persona e incluso, pagar físicamente con el propio móvil. El mundo cada vez se acerca más al fin de la moneda física, y esto plantea retos tanto de privacidad como de seguridad y confianza en los sistemas y tecnologías de pago virtual.
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