Así, por primera vez desde 2007, el saldo de las opiniones de los consumidores sobre la situación económica del país y de su hogar roza lo positivo (-0,9%). Ya desde finales de 2012, “la confianza de los consumidores ha avanzado a gran velocidad, arrastrando después al consumo, sobre todo coches, pero postergando los grandes gastos (vivienda, obras, electrodomésticos) y el entretenimiento”, que ahora también empiezan a descongelarse, mientras siguen estancadas las inversiones en vivienda y productos financieros. Pero la diferente velocidad de la recuperación económica, que no llega aún a amplios sectores de la sociedad, hace que, en general, el consumo se mantenga todavía en niveles contenidos. Si bien, dicen los responsables del informe, “se ha consolidado la idea de que la actitud más inteligente en estos días es mantener los niveles de consumo”, según declara el 71.9%, mientras que pierde fuerza la idea de que conviene reducirlos.
Marcas
A pesar de todo, dice el informe, “un indicador relevante que se consolida es la inversión de las actitudes ante las marcas: descienden quienes creen que es mejor comprar marcas de la distribución y crecen los que prefieren las marcas fabricantes o explorar con nuevas marcas. La impresión que da este dato es que se está produciendo una inversión en el clima del consumo, pasando de comportamientos a la defensiva a una confianza cautelosa en las marcas fabricantes y sopesar nuevos conceptos. Es un proceso que llevará aún tiempo”, explican los responsables del informe.
No obstante, la brecha social también se deja notar en este ámbito: el 63,9% de las clases altas se inclina por las marcas conocidas o por probar nuevas, mientras que “los hogares de status medio bajo mantienen su apoyo a la marcas de la distribución y parecen reacios a probar nuevas marcas”.
Percepción
Por último, el nuevo informe de Kantar Millward Brown señala que los españoles consideran que “el punto débil sigue siendo la confianza en la economía del país”. En cuanto al desempleo, las se mantienen optimistas. La mitad cree que se seguirá igual, pero dominan las opiniones positivas, de manera que un 33% cree que se generará empleo en los próximos meses, frente al 20% que así lo pensaba en ediciones anteriores del estudio. Por otra parte, se refuerza la percepción de seguridad en el empleo se refuerza: el 70% no cree que vaya a perderlo, pero a un 7% que sí considera que puede perderlo en próximos meses. Un aspecto este importante para la economía y el consumo.
Todo ello influye en un descenso del porcentaje de individuos que creen que la recuperación está todavía lejos: el 44,5%, lo que constituye el mínimo de la serie, y un aumento de los que creen que ya se está iniciando la recuperación: más del 25%.