Si algo nos ha traído la pandemia es que la población se ha hecho “tele”, a todos los niveles. Durante un tiempo prolongado hemos cubierto nuestras necesidades por medio de una pantalla: comprar, aprender, trabajar, socializar, disfrutar del ocio…

Y si en algo nos ha afectado la pandemia es en que nos hemos hecho autodidactas y autónomos. De la noche a la mañana hemos tenido que aprender a cubrir nuestras necesidades solos, sin los profesionales que nos atendían y guiaban, sin poder pedir ayuda más allá de una pantalla de ordenador.

Según el último EGM, el 18% de los españoles trabajó completamente o parcialmente desde cada durante 2020. Estamos hablando de más de 3.000.000 de individuos que se las ha visto con tareas del día a día, rutinas, en un mismo espacio.

Por no decir que han surgido pasiones hasta ahora inexploradas. La cocina, quizás, fue la gran revelación de la primera fase de la pandemia: problemas de abastecimiento en supermercados de harinas, levaduras, e ingredientes que hasta ahora solo se conocían por parte de la población más experta. Ya a finales de marzo, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación* publicaba datos de un incremento del consumo de estos productos en un 196%.

Quizás el deporte ha sido la siguiente gran revelación. No que decir tiene que durante los meses de confinamiento se disparó el consumo de entrenadores personales y clases de fitness a través de internet. Según nuestro estudio Live Panel, en su primera oleada, el 42% de la población había incrementado la práctica de ejercicio durante el confinamiento.

Y por supuesto, no debemos dejar de mencionar todo lo que tiene que ver con hacer las cosas online: al comparar los hábitos digitales en Julio de 2020, vs. el mismo mes del año anterior, se incrementó en un 25% del porcentaje de individuos que semanalmente hacían videollamadas, en un 74% el porcentaje de individuos que estaba realizando algún tipo de formación online, en un 12% el porcentaje de individuos que semanalmente hacía actividades relacionadas con la banca online, y en un 24% el porcentaje de individuos que semanalmente hacía compras online.

Sin ninguna duda, el consumidor se ha acostumbrado a valerse por sí mismo, a buscarse la vida. A tratar de reducir su incertidumbre con aspectos del día a día que dependen de él. Por ello aprendió a cortarse el pelo cuando no podía ir a la peluquería, aprendió sobre nuevas tecnologías cuando necesitó un ordenador para enfrentarse al “telecole”, y descubrió cuál era su talla ideal cuando, tras encerrarse en invierno, tuvo que salir directamente en verano. El 58% de los consumidores declaran que ha incrementado en gran medida sus búsquedas de información, necesitan convertirse en verdaderos expertos; y el 51% planifica más todas sus compras.

¿Y qué tenemos ahora? ¿qué hábitos han venido para quedarse? Pues parece que muchos de ellos. Aunque casi el 88% de la población, según nuestra segunda oleada de Live Panel, está deseando volver a la “antigua normalidad”, el 62% considera que su vida no volverá a ser igual.  

Aunque se hayan pospuesto eventos como ir de vacaciones (70% de la gente según Live Panel ha pospuesto sus vacaciones); la compra de un vehículo nuevo (el 17% así lo declara); o cambiar de casa (según el 15% de los entrevistados), el 64% de la población reconoce y valora que está disfrutando de un ritmo de vida mucho más tranquilo, que tiene una vida mucho más apacible.

*https://www.mapa.gob.es/es/prensa/ultimas-noticias/el-ministerio-de-agricultura-pesca-y-alimentaci%C3%B3n-constata-una-moderaci%C3%B3n-en-el-volumen-de-compra-de-alimentos-/tcm:30-536857

**Live Panel 2020 ola 1 (Julio 2020) n=1.007 individuos. Live Panel 2020 ola 2 (diciembre 2020) n=1.014