
Varias de las más populares son, precisamente, clásicos, como las bolsas, tazas, camisetas o llaveros. Sin embargo, uno de estos detalles podría estar siendo una tendencia decreciente: Los USB personalizados.
Con el creciente uso de los sistemas Cloud puede parecer que estos sistemas de gestión de archivos puedan caer en el olvido ya que son menos prácticos que la nube. Sin embargo, es importante detenerse para ver si, realmente, está habiendo un desplazamiento de un método por otro o si son complementarios.
Ventajas e inconvenientes del uso de USB
Como bien sabes, este sistema implica el uso de un pequeño gadget que va conectado a un puerto USB, pudiendo crear las carpetas que se necesiten y siendo accesible y práctico.
En cuanto a las ventajas que supone el uso de USB, hay que destacar que es un dispositivo que puede llevarse a cualquier parte por su pequeño tamaño y que, aun así, hay una gran cantidad de capacidades disponibles (se pueden encontrar, incluso, hasta de 1 TB).
Uno de los puntos fuertes de los pendrives es que se puede trabajar de manera offline. No es necesario estar conectado constantemente a internet. Además, tampoco hay dependencia de un servidor que puede fallar.
Asimismo, como regalo publicitario son muy atractivos, puesto que permiten todo tipo de personalizaciones (de lo cual hablaremos más adelante) y tienen potencial para crear un recuerdo duradero. La empresa puede presentar sus catálogos mediante los mismos, compartir vídeos e, incluso, alguna aplicación.
Como inconvenientes hay que destacar que son menos prácticos a la hora de trabajar ya que está esa dependencia de un gadget que podríamos perder. Si eso ocurre, no hay manera de recuperar los archivos mientras que en la nube sí que podrían restaurarse.
Ventajas e inconvenientes de la nube
La nube ha sido un sistema que se ha implementado desde hace varios años y que ha generado siempre algo de controversia por la clásica pregunta “¿Dónde están exactamente mis archivos y quién puede acceder a ellos?”. Esto provoca cierta reticencia a la hora de implementarla aunque, por otro lado, cuentan con una serie de ventajas.
Por un lado está la practicidad. Es mucho más práctico poder contar con ordenadores con menor capacidad en el disco duro y que todo esté en un entorno que no ocupe espacio físico del hardware.
Otro de los aspectos es el hecho de poder acceder desde cualquier dispositivo. Por tanto, si el hardware se estropea o se pierden los archivos seguirá siendo posible acceder a ellos pero desde otro ordenador.
Igualmente, hay que remarcar sus inconvenientes, como es el hecho de que si no se dispone de conexión no es posible trabajar, imposibilitando algo tan clásico como el hecho de hacer tareas en un viaje en tren. Se podría compensar con un servicio adicional de internet a través de USB, pero implica un coste extra y, si no hay buena cobertura, será difícil gestionar los archivos.
También, hay que destacar que ha crecido la desconfianza en la nube en los últimos tiempos. Esto se debe, sobre todo, al hecho de que el aumento del uso de este sistema ha hecho que las cargas de trabajo sean superiores, por lo que hay cada vez más interrupciones de servicio, lo cual imposibilita trabajar. El software, datos y las redes son cada vez más complejas y a ello hay que sumarse una tendencia creciente que no es soportable, motivo por el cual muchas organizaciones preferirán entornos tradicionales offline.
En conclusión, cada una de las opciones cuenta con sus ventajas y sus inconvenientes. No hay un claro ganador en cuanto a cuál es mejor o peor, de lo que se deduce que son alternativas complementarias y no sustitutivas y que, por tanto, los USB están muy lejos de desaparecer. Por ese motivo, vamos a ver cuáles son los beneficios de usar los pendrives como merchandising publicitario.
Los USB como regalo promocional
Los USB personalizados son un detalle que emplean muchísimas empresas, tanto para dar a los propios trabajadores para el día a día, como a clientes como parte de una promoción o a asistentes a un evento para compartir un catálogo, por ejemplo.
Asimismo, hay distintos modelos de pendrive y uno de los más destacados son las tarjetas USB, las cuales no solo pueden servir para dar un contenido sino, también, como carta de presentación. Al tener esa forma y el área de impresión grande se puede incluir el e-mail, dirección, teléfono y otros datos.
Tampoco faltan USB de metal (duraderos y resistentes), los de materiales eco (como madera o corcho, ideales para empresas que se identifiquen con el cuidado del medio ambiente) o aquellos especiales, como los bolígrafos pendrive o los que están dentro de una pulsera o lanyard.
Las técnicas para poder personalizarlos son muy variadas, incluyendo serigrafía o tampografía para diseños simples y de pocos colores, la impresión digital para hacer imágenes a todo color, el grabado a láser para un acabado formal y profesional o el marcaje de formas en 2D y 3D, ideales para un acabado visual único que llame mucho la atención y que se quede en la retina de los destinatarios durante mucho tiempo.
Los pendrives se pueden entregar mediante distintos complementos, como pueden ser las fundas o las cajas, de manera que tengan una mejor presentación y estén protegidos frente a roces o golpes.
En definitiva, las memorias USB son un clásico muy presente dentro del mercado promocional. A pesar de que pueda parecer que la nube es más práctica estos gadgets cuentan con muchísimas ventajas, tanto a nivel de usabilidad como para formar parte de una estrategia de publicidad. Por ese motivo, hay que concluir que siguen siendo tendencia dentro de los regalos de empresa y que, aunque existen alternativas, estas son complementarias y no desplazarán a estos dispositivos.
