En el hall de estos cines se instaló un stand con una pantalla de televisión de 60 pulgadas y un juego interactivo, en el que los participantes tenían que atrapar con sus manos botellas de Font Vella que volaban por la pantalla.El juego se basaba en una cámara, conectada a un ordenador, que captaba la imagen y los movimientos del jugador, con una tecnología que permite interactuar con lo que aparece en pantalla: pulsar botones, reconocer personas, integrar a la marca con la persona que observa, etc.Esta acción fue realizada por la agencia Duplex, que estima en más de 15.000 personas las que interactuaron con la marca de esta forma original, más allá de un simple impacto publicitario.En 2005, Font Vella invirtió en publicidad 5,1 millones de euros, según Infoadex.