Con esta acción, Ikea le brinda a este popular club fundado por Laura Baena (que procede del sector publicitario) la posibilidad de salir del entorno online y contar con un espacio físico propio. Se trata de las  Malasmadres House, un proyecto en el que la marca sueca ha aportado su ‘know how’, es decir los muebles y la decoración, con la que ha querido ‘reflejar su espíritu rebelde y sofisticado’.

Lorenzo Meazza, director de La Escuela de Decoración de Ikea,  explica por qué la compañía decidió asumir este reto:  “En Ikea nos gusta estar al lado de la gente y entender sus necesidades para ayudarles a mejorar su vida y el Club de las Malasmadres inspira a muchas mujeres a través de su 'blog' para conseguir el sueño de compatibilizar su vida profesional y su faceta de madre, pero querían dar un paso más en su vertiginosa andadura y “desvirtualizarse”.

Para conseguirlo El Club de las Malasmadres necesitaba un espacio en el que trabajar y crear experiencias para sus fieles seguidoras y por eso junto con Ikea se diseñó un espacio en el que cada día fuera mágico y en el que pudieran desarrollar múltiples actividades además de reflejar el espíritu de la iniciativa  Malasmadres. Un lugar lleno de vida, donde forma y función fueran de la mano y en el que además de trabajar a diario, muchas 'malas madres' pudieran tener muchos buenos encuentros y comprar algunos de los productos de su tienda.