La compañía inicia una nueva etapa en la que su actividad comercial queda aglutinada bajo la denominación Seat S.A., reforzando su papel dentro del grupo Volkswagen. 

“Seat S.A. nos permite asignar un papel, estrategia y contenido claros a la organización que, ahora mismo, agrupa a Seat y Cupra. Refleja los cambios que estamos atravesando como compañía y la gran evolución de nuestra industria: electrificación, digitalización, y sostenibilidad”, señala Jason Lusty, director de marketing global de Seat y Cupra.

La consultora de marca Interbrand ha participado en la definición de la estrategia y expresión más adecuadas para comunicar el nuevo rol de Seat S.A., con el objetivo, además, de construir una nueva cultura corporativa adecuada a la realidad multimarca de la compañía.

La marca  reivindica su “espíritu transformador”, una seña de identidad que le ha permitido contribuir al desarrollo económico y social de España desde 1950. Ahora, este afán se extiende a la innovación en movilidad y al bienestar social con un compromiso sostenible de cara al futuro.

La nueva identidad corporativa se inspira en la ciudad de Barcelona y su enclave geográfico mediterráneo, presentándose con un carácter emocional y creativo. Todo ello se refleja en un universo visual que, a través de distintos elementos como la fotografía, el color, la tipografía o el tono de voz, destilan un estilo contemporáneo y atemporal. 

El carácter urbano de Barcelona, sus espacios, sus esquinas y sus perspectivas arquitectónicas quedan reflejados en el estilo fotográfico de Seat S.A., pautado en blanco y negro para reforzar el carácter atemporal de la marca corporativa, unificando así sus comunicaciones con un look&feel más sofisticado. Las imágenes funcionan como lienzo para un sistema de ilustración en color lima que viene a resaltar el doble mensaje de la electrificación y la sostenibilidad.

“La marca es el reflejo de lo que la compañía quiere representar con vistas al futuro: una movilidad innovadora, un renovado espíritu transformador y una vocación de continua reinvención. La expresión aporta un nuevo ángulo en el contexto de marcas corporativas: más emocional, vibrante y progresiva. Los códigos son sobrios en lo que se refiere a la resolución del logotipo, pero expresivos y dinámicos en lo que se refiere al universo visual”, explica Borja Borrero, director creativo ejecutivo de Interbrand para EMEA, India y LatAm.