Estas últimas semanas ha pasado de todo, nuevo Presidente del Gobierno, nuevo seleccionador nacional gracias a Florentino que ya tiene lo suyo, Urdangarin en la trena, México gana a Alemania, y Dios sabe qué más, pero... es época estival y por tanto es época de festivales, así que toca lo que toca. Hablar de festivales.

Parecía que el año empezaría bien, pero uno de los sistemas inmunológicos más sensibles y certeros del sector ya ha presentado su constipado en forma de decrecimiento orgánico.

Al igual que las cifras de crecimiento del volumen de negocio en 2018 (en negativo, aunque poco), le acompañan en perfecta regresión simbiótica las inscripciones y asistentes a los eventos.

Este año se hizo un gran esfuerzo por levantar El Sol, junto a una buena campaña, como Dios manda, todo hay que decirlo, pero, aun así, las cifras publicadas hablan de una caída de cerca del 20% de las inscripciones en El Sol 2018, el que hacía el número 33 de su ya mediana edad. 1.600 y pico piezas frente a las más de 2.000 del año pasado reflejan el constipado.

Desde la organización no parecen ver la fiebre en el enfermo y atribuyen el hecho a la no comparecencia de Publicis, a la mayor. Es posible, cuadra en el Excel, así que, conclusión: la culpa es de Publicis.

Del CdeC y de la poderosa atracción de cualquier ser humano relacionado con la publicidad a la playa de La Concha, nada, lo de los pintxos de Sanse, tampoco.

Ojo que Bilbao está muy bien, eh. Pero vamos, que el tema es el que es.

Por otro lado se acaban de conocer los datos de otro gran evento. A este lo defendemos todos como “el que les gusta a los clientes” y será verdad, pero los casi 200 casos que se han inscrito en esta edición de los Premios Eficacia, representan una cifra un 11% inferior a la del 2017. 
¿Y adivináis qué? Pues que, como ocurre con otros festivales, también en este caso todo el problema de indigestión es consecuencia de la decisión del grupo Publicis de no presentarse a festis durante un año.

Conclusión: la culpa es de Publicis. Febrícula menor en este caso, parece. Otro titular que leíamos hace nada rezaba que en Cannes 2018 las inscripciones españolas han caído hasta un 30%.

Por lo que respecta al resto del mundo mundial, se han inscrito hasta 32.000 y pico trabajos, lo que supone un descenso del 21% respecto a las 41.000 y pico de 2017 Conste que pongo y pico porque solo el pico ya es la leche, para entendernos, porque en La Croisette no se andan con tonterías y un pico es de un puñado de cientos de piezas que se me escapan entre los dedos, oiga. Pero vamos, que hablando de varias decenas de miles, pues es tontería. 

Dedo acusador

Volviendo al caso que nos ocupa, aún habiendo cambiado o reestructurado el festival en categorías y forma, la organización no duda tampoco en  dirigir el dedo acusador hacia... ¿adivinen qué? Precisamente esos mismos cambios que han implementado en la reestructuración de las categorías y subcategorías (yo diría que sub, sub, sub..., submarino es) del festival.

Ah sí, perdón. Y también a otra cosa: la culpa es de Publicis.

Pero si ya lo habían avisado, hombre ¡que este año no estaban de parranda! Ni aun así. En un año entero, no se solventó el agujero estomacal generado por el virus casi mortal Zika, digo Publicis.

Al final, a ver si va a ser que alguien en Publicis mató a John F. Kennedy, a Elvis Presley y al propio Michael Jackson. Sí queridos lectores, todos ellos están muertos aunque nos pese y lo que es seguro es que no les mató el mismo virus ni la misma bala. Bueno a John igual sí.
La facilidad con la que caemos en la autocomplaciencia en este sector es sorprendente, y la capacidad para echar balones fuera, también.

Pero bueno, es que estamos de Mundial y en esto del fútbol, ya se sabe. La culpa siempre es del árbitro.