Viendo por enésima vez una de mis películas favoritas de la infancia “Regreso al futuro” me di cuenta de que el mago del entretenimiento, Steven Spielberg ya manejaba el product placement como nadie allá por los 80, pero es que en USA ya lo hacían desde los años 30 con una Soap Opera para Procter & Gamble.

Y es que el entretenimiento de marca, o más conocido hoy en día como branded content, lleva evolucionando y sigue haciéndolo desde hace casi 100 años. Parece que es la eterna tendencia que siempre está ahí y hoy en día nos damos cuenta de que en la era de la guerra del contenido las marcas que quieran competir tienen que crear un contenido relevante y diferente y esos solo se logra con un profundo conocimiento y entendimiento del cliente al que quieran llegar.

Hemos evolucionado tecnológicamente tanto que también ha afectado la oferta de entretenimiento de marca pero al final, lo que seduce o lo diferencia es que la marca entre de manera natural y no sea una excusa de venta camuflada. Es crear un contenido atractivo que la audiencia quiera ver porque es emocionante, no porque tenga que hacerlo. Además, ayuda a las empresas a mostrar contenidos en un ecosistema ajeno al propio, llegando mucho más allá en otros canales no propios o naturales: podcasts, vídeos, espectáculos en directo y series de televisión o juegos.

Y es que, aunque es quizá una de las herramientas más poderosas del marketing ya que ayuda a generar engagement de marca y a vender, no nos olvidemos tampoco de los datos y de que funciona mejor para unos que para otros. 

Los más jóvenes y los millenials son los que realmente se sienten más identificados con el entretenimiento de marca, al desconfiar en un 84% de los medios tradicionales.

Y que cuanto más evolucionemos digitalmente mayor será su crecimiento y efectividad. Varios estudios indican que “el público tiene un 59 % más de probabilidades de recordar una empresa tras una campaña de entretenimiento de marca que cualquier otra forma de anuncio digital”.

Y en esta evolución nos encontramos con la web3.0 y el omnipresente metaverso. Es el entorno perfecto ya que el usuario puede beber por completo de la marca en ambos mundos. Pero eso sí, antes de meterse en el metaverso, las marcas tienen que preguntarse cómo pueden hacer que su producto sea interactivo, cómo se puede socializar, cómo podemos traspasar las barreras del on/off y siempre preguntándose primero el por qué, luego el cómo y finalmente el dónde.

Varios estudios indican que “El pu´blico tiene un 59 % ma´s de probabilidades de recordar una empresa tras una campan~a de entretenimiento de marca que cualquier otra forma de anuncio digital”

En definitiva, el contenido de marca innovador que supere los límites de la industria utilizando la innovación para atraer a la audiencia elegida seguirá siendo la eterna tendencia de la publicidad, aportando más valor, transparencia y relevancia. Empecemos el viaje de los consumidores a través el entretenimiento, generando engagement y atrayéndoles de una manera mucho más eficaz y honesta y llevémoslos hacia las otras fases del funnel para completar la experiencia y cumplir los objetivos de nuestras marcas y productos.