“Ahora querer es poder”, apunta Aguirre. “Teniendo en cuenta las grandes cifras que mueve una campaña de publicidad convencional, algunos pensarán que nos hemos vuelto locos. Pero tenemos miles de ideas que, además de geniales, son sencillas en cuanto a producción”. “Además, el desembolso de 1.000 euros es ridículo considerando el retorno que el anunciante obtiene en forma de impacto en la calle o de noticias en los medios de comunicación” agrega el fundador de Poko Frecuente.Acuñado por Jay Conrad Levinson, el término “guerrilla marketing” está de moda en EE.UU. y toda Europa, donde la publicidad alternativa ha cosechado rotundos éxitos. A través de acciones sorprendentes, divertidas y/o irreverentes en espacios públicos, la acción guerrillera quiere sobresalir entre los 3.000 mensajes comerciales que el ciudadano medio recibe por día. Como solución a un entorno publisaturado, propone invertir en calidad e innovación en vez de en cantidad y repetición.