Se trata de una iniciativa que ha cosechado un gran éxito en otros países como China, Japón, México, Gran Bretaña y República Checa. El ShopperLab de Ipsos integra la investigación tradicional junto con la neurociencia aplicada al marketing como Eye Tracking Glasses (que permiten saber dónde se dirige la mirada y en función del movimiento, duración y fijación de los ojos se deducen tanto las zonas de mayor interés y atractivo, como las que pasan desapercibidas para el comprador) o el análisis de las emociones a través de las expresiones faciales, con el fin de conocer lo que verdaderamente influye al consumidor a la hora de tomar la decisión de compra de un producto.


Según Gill Aitchison, presidente global del área de Investigación del Comprador y Retail de Ipsos, “este espacio permite a nuestros clientes testear previamente sus propuestas en un ambiente que recrea fielmente el punto de compra, donde los consumidores pueden tocar físicamente el producto y podemos analizar por entero su comportamiento de compra, teniendo en cuenta tanto los factores conscientes como no-conscientes que influyen en su decisión”.