Los fabricantes de refrescos han llegado a un acuerdo para no vender más sus productos con más calorías en las escuelas de Estados Unidos. Tan sólo el agua, la leche y los zumos podrán estar a la venta es los colegios. Esta es una de las medidas a las que la industria se ha visto obligada a aceptar para prevenir la obesidad infantil, ya que desde 1980 se han triplicado las tasas de obesidad entre los adolescentes de edades entre 13 y 17 años y se han duplicado entre los niños.