La iniciativa, según publica ‘DesignTaxi’, ha sido desarrollada por la agencia Ogilvy & Mather en colaboración con McCormick, empresa que desarrolla para KFC las mezclas de hierbas y especias que dan sabor a sus recetas de pollo.
El esmalte creado para la ocasión se utiliza como cualquier otro pintauñas. Una vez seco, se puede chupar una y otra vez sin que pierda su sabor. Con esta campaña, la cadena de restaurantes quiere reafirmar su posicionamiento en Hong Kong, que, como no podía ser de otra manera, es ‘Finger Lickin’ Good’ (que puede traducirse como ‘Bueno como para chuparse los dedos’).
De momento, los pintauñas de KFC están siendo producidos en cantidades limitadas. No obstante, la compañía ha puesto en marcha un proceso para que sus clientes decidan cuál de los dos es su favorito con la intención de fabricarlo masivamente.
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