Por el contrario, en la vieja Europa el liderazgo lo tiene el Reino Unido, con un 13%, frente al 7% de hace dos años. Pero su caso es en parte excepcional, porque en países de gran población como España, con un 6%, o Italia, con un 3%, este consumo está estancando. Los autores del estudio ven problemas en ello tanto problemas técnicos, con un ancho de banda muy inferior al de los países punteros, como sociológicos, en el sentido de que en España se asocia aún el consumo de televisión con un acto social.En general, un 24% de los usuarios de “terminales inteligentes” o “smartphones” en España declara ver regularmente la televisión a través de su terminal móvil (ya sea a tiempo real o con descarga/transferencia de contenidos audiovisuales). El estudio desvela también que solamente tres de cada diez usuarios que no utilizan el servicio están interesados en hacerlo, frente al 69% que declara que no tiene ningún interés en iniciar el consumo de TV en el móvil. Esta resistencia es incluso mayor entre las mujeres (77%) y los usuarios de más de 50 años (81%). Según Julián Atienza, director del estudio en España, “a pesar del crecimiento del número de usuarios que ya poseen un terminal inteligente (smartphone) que soporta el visionado de la TV, es primordial que los operadores sigan invirtiendo en mejorar la infraestructura de hardware y en una red de mayor capacidad y más velocidad, para lograr despertar el interés de los españoles hacia estas nuevas tecnologías”. Julián Atienza añade que “el estancamiento de la TV en el móvil en el mercado español se debe a múltiples factores, de tipo coyuntural pero sobretodo cultural: el consumo televisivo es un hábito que se realiza en compañía de otras personas, como un acto social, más que un consumo individual en desplazamiento o en movimiento. Por eso es importante que tanto fabricantes como operadores conozcan bien al usuario de telefonía móvil y sean capaces de ofrecer unos servicios y terminales adaptados a sus expectativas”.