Lo que más les satisface a los españoles, por orden, son los logros en el deporte de élite (obtiene 62,96 puntos), seguida de los sectores creativos y artísticos (50,44), la calidad del sistema sanitario (50,32) y el peso de las empresas españolas en la economía global (41,83). Al contrario, lo que menos orgullo produce a los ciudadanos españoles es la política (sólo 17,87 puntos), seguida de la calidad y oferta de empleo (22,56), la situación económica (27,76) y la calidad y acceso a la vivienda (30,09), según se desprende del Índice de Satisfacción con el País, que establece una clasificación de los elementos que producen más orgullo en los españoles cuando hablan de su nación.

Este aumento de optimismo coincide con la formación de gobierno, que ha acabado con un largo periodo de un año de incertidumbre política. De hecho, la satisfacción de los españoles con la política también ha crecido entre la anterior oleada: en otoño obtenía 14,03 puntos sobre 100, mientras que en invierno ha ascendido hasta los 17,87 puntos. Sin embargo, pese a este avance, la situación política sigue estando a la cola entre los motivos de orgullo de los españoles hacia su país. 

El Índice de Ánimo Ciudadano está compuesto por tres índices parciales (el Índice de Ánimo Personal, el de Ánimo Social y el de Satisfacción con el País). Este indicador global obtiene una puntuación de 47,7 sobre 100 –con lo que no alcanza el aprobado– y se mantiene estable respecto a la anterior oleada (en la que alcanzó 46,9 puntos). De las tres partes que lo componen, la más valorada es el Índice de Ánimo Personal (65 puntos), seguida de lejos por el Ánimo Social (39,7) y la Satisfacción con el País (38,2). Sobre estos datos, se llega a la conclusión de que los españoles están más satisfechos consigo mismos que con la sociedad y el país en el que viven.

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