Imagen: una trabajadora de Google en sus oficinas

Uno de los aspectos más relevantes del informe es el denominado ‘opt-out phenomenon’ o “exclusión voluntaria”, indicador realizado exprofeso que revela que las mujeres abandonan en mayor medida el sector digital que los hombres, especialmente en la franja de edad de 30 a 44 años, coincidiendo con la maternidad. Tarín concluyó explicando las barreras subyacentes del problema: estructurales, sesgos y estereotipos, implicaciones personales y elementos culturales.

Lorena Boix Alonso, directora de planificación e implementación de políticas digitales en la DG CONNECT de la CE, mostró su preocupación por la infrarrepresentación de la mujer en el sector TIC y resaltó el trabajo de las instituciones europeas. “Hay mucha discriminación inconsciente. La presencia de la mujer en el mundo digital está entre nuestras prioridades”, explicó Boix, quien describió los tres ejes que forman parte de la estrategia europea: actuar sobre los estereotipos y prejuicios, fomentar las vocaciones TIC y competencias digitales y la apuesta por las mujeres en el sector empresarial y la innovación. Boix adelantó, además, que el DESI (Digital Economy and Society Index) medirá a partir de ahora la evolución de la mujer en el mundo digital.

Durante el resto de la jornada diferentes expertos en género, TIC y emprendimiento participaron en tres mesas redondas. La primera de ellas, moderada por Milagros Sáinz, directora del grupo de Género y TIC de la UOC, contó con la participación de Cecilia Castaño, Doctora en Ciencias Políticas y experta en TIC y género, y Alicia Richart, directora general de DigitalES. La mesa debatió sobre las diferencias de género en la educación y habilidades digitales, poniendo el foco sobre los obstáculos existentes. “El entorno de la ingeniería es bastante hostil a la mujer. Se sienten como intrusas. Es duro estudiarlo y más duro acceder al mercado de trabajo. Hay que trabajar para aumentar la confianza de las mujeres con la tecnología”, indicó Castaño.

En este sentido, Richart apuntó a la necesidad de fomentar las vocaciones tecnológicas y explicar cómo puede mejorar la vida de las personas. "Hay un ‘gap’ entre la formación universitaria y las ‘skills’ que necesitan las empresas. Es necesaria una mejora en los incentivos para desalojar prejuicios respecto a las mujeres y las vocaciones", añadió respecto a las exigencias del mercado.

Los retos de género en el entorno laboral fue el tema que centró la segunda mesa redonda, moderada por Usúe Madinaveitia, responsable del proyecto #mamiconcilia, e integrada por Ana Abril, directora de People Transformation en Vector ITC Group, y Juan Luis Cano, presidente de la Asociación Python España. Los ponentes debatieron sobre la escasa presencia de mujeres en las empresas tecnológicas, la co-responsabilidad y la conciliación.

Blanca Drake, directora de estrategia y operaciones de Telefónica Open Future, y Carmen Bermejo, presidenta de la Asociación Española de Startups, hablaron sobre emprendimiento digital femenino en la última mesa redonda, dirigida por Juan Pablo Villar, socio de Iclaves. Según Drake, sólo el 23% de las ‘startups’ apoyadas por Telefonica pertenecen a mujeres. “El hecho de que entre los inversores haya pocas mujeres acaba sesgando y hace que haya más hombres entre los emprendedores financiados”, apuntó. Bermejo, por su parte, señaló la necesidad de un modelo de emprendimiento diferente, en el que las mujeres puedan desarrollar todo su potencial.  

Estudio ‘Women in Digital Age’

El estudio, impulsado por la Comisión Europea (CE) y realizado por la consultora Iclaves con la colaboración del grupo de investigación Género y TIC de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), puede consultarse íntegramente en este enlace.