
Con una ganancia de cuota de 0,6 puntos hasta alcanzar el 25,8% del mercado nacional, Mercadona ha ganado terreno en las regiones donde menos peso tenía, como Galicia o País Vasco, reforzando, una vez más, su apuesta por la marca propia y con la novedad de la sección de “comida para llevar”.
Carrefour capta el 8,7% del negocio en 2019, ganando 0,3 puntos de cuota respecto al año anterior. El foco en productos frescos, comida ecológica y, en general, la apuesta por el medio ambiente, vinculada a sus campañas de “Act for Food”, sumada la apertura de nuevas tiendas, sobre todo en formato supermercado, y al desarrollo continuo del canal online, permiten al grupo francés lograr resultados positivos durante este año.
Grupo Dia, por su parte, se mantiene como el tercer operador de la distribución española a pesar de ceder 1,1 puntos de cuota hasta el 6,6% del mercado en valor. Con una importante reducción del parque en 2019, algo que seguirá produciéndose hasta final de año y envuelto en una profunda reestructuración a todos los niveles, el sector espera una reacción del gigante español de cara a 2020.
Lidl se sitúa ya como la cuarta cadena nacional, liderando los crecimientos en cuota (+0,7) en 2019 hasta alcanzar un 5,5% del mercado en valor. El éxito de la cadena se manifiesta en su ganancia de penetración, y así, 6 de cada 10 hogares españoles ya han comprado en Lidl en 2019, alcanzando el segundo puesto en cuanto a número de compradores.
Grupo Eroski (4,9% de cuota de valor) cede 0,5 puntos de cuota en 2019. Las regiones base del grupo vasco son de las más afectadas por el incremento de competencia, y así vemos como en País Vasco, Cataluña y Galicia, tanto los operadores nacionales como los regionales multiplican su presencia, y esto repercute en la evolución de Eroski, a pesar de que mantiene una posición de privilegio en estas regiones.
Por su parte, Auchan (3,4%) cierra el Top 6 manteniendo su cuota estable y frenando de forma definitiva sus caídas, mientras continúa su proceso de aunar sus marcas bajo el nombre Alcampo, cerrando las tiendas menos rentables, y renovando gran parte de su marca propia, en un esfuerzo por recuperar la imagen y el peso que la enseña llegó a tener en España.