Los españoles nos estamos volviendo cada vez más caseros. Esta tendencia, que se la conoce como cocooning, es uno de los nuevos hábitos del consumidor y que está detrás de que los españoles hagamos 6 comidas al mes (el 10%) con platos que no salen de nuestra cocina, sino del restaurante o del “listo para comer” del supermercado o hipermercado. Esta tendencia está, de hecho, muy vinculada a la incorporación de la tecnología en nuestro día a día, teniendo en cuenta que 9 de cada 10 españoles están conectados y tienen en su mano alternativas digitales para cada comportamiento social.
De esta manera, el consumidor va abrazando toda opción que le permita solucionar “la papeleta” en el hogar, pero que al mismo tiempo le genere un ‘clic’ emocional. Y este comportamiento entre práctico y emocional lo replica cuando sale de su casa al valorar más que nunca la proximidad, que es otro de los nuevos hábitos del consumidor y que puede generar muchas oportunidades a fabricantes y distribuidores.
Por un lado, proximidad física porque el 55% de los consumidores aduce tener menos tiempo ahora que antes y eso se traduce en valorar la rapidez en la compra, no tener necesidad de ir con el coche y cargar con pocas bolsas para tener en casa lo que se consume y reducir, por tanto, el stock en despensa.
Una proximidad física que también genera oportunidades desde la óptica del canal de venta. Si bien prácticamente 3 de cada 4 euros del gran consumo salen de un supermercado, el más dinámico es la estación de servicio. Estas tiendas que encontramos en las gasolineras y que han dejado los cassettes por productos de compra recurrente crecieron un 8% en 2019.
Y, por otro lado, proximidad emocional a través de un surtido diferenciado, tener todo lo que se necesita en la misma tienda y el valor del fresco, es decir, confianza en la calidad de estos productos, tan importantes en nuestra dieta y que suponen el 32% del gasto total en la cesta.
Esa proximidad emocional puede llegar también a través de la especialización. Una muesta de ello son las tiendas especialistas de alimentación para mascotas que incrementaron sus ventas el año pasado más de un 11%, ayudado por la creciente presencia de perros y gatos en nuestro ‘cocooning’ particular, ya en cuatro de cada diez hogares españoles.
El tercer factor, la deslealtad
El tercer gran cambio que muestra el informe de Nielsen, tras el cocooning y la proximidad, es la deslealtad: la mitad de los españoles están dispuestos a probar nuevas marcas; mientras que solo un 8% es incapaz de ver más allá de su marca o tienda habitual y se muestran fieles al 100%.
Además, también es fundamental la demanda del consumidor de autenticidad y transparencia. De este modo, más de la mitad de los consumidores afirma que le influye mucho la transparencia en el etiquetado y busca información de los productos en internet, principalmente en redes sociales. Y sobre todo destaca ese 80% que dice comprar en función de otros valores más allá de los habituales de calidad o precio.
Según la directora general de Nielsen Iberia, Patricia Daimiel, “es fundamental que las empresas entiendan que a partir de ahora para el consumidor es tan importante conocer “¿qué haces?” como “¿cómo lo haces?”. Este es el gran cambio de paradigma en el consumidor, y es algo transgeneracional, no sólo de los jóvenes”.