Imagen: Pixabay
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 Según la última edición de 2020 del informe "Perspectivas del Consumidor de Kantar", que de manera trimestral analiza la confianza del consumidor español en torno a la economía propia y del país, tras la brusca caída experimentada a lo largo del año, la confianza del consumidor se ha recuperado parcialmente durante el cuarto trimestre de 2020.

El Índice de Comportamiento (resultado de la valoración de la situación económica propia y del país, la valoración del momento de consumo y las perspectivas económicas a 6 meses), continúa en negativo, pero mejora cinco puntos desde el trimestre anterior. Este crecimiento es resultado de que los 4 componentes del índice han sufrido un leve incremento en el último periodo de 2020, principalmente en el caso de la previsión de la situación económica del hogar y la valoración de la situación del país. La situación económica del hogar es el componente que menos ha crecido, pero también se trata del único que se mantiene en positivo.

Continúa siendo muy destacable la gran diferencia entre cómo valoran los españoles la economía doméstica frente a la economía del país, manteniéndose el pesimismo respecto a la valoración de la situación actual de la economía española. Esto demuestra que los consumidores continúan percibiendo la situación del país peor que la de sus hogares.

Pepe Martínez, responsable del estudio, comenta, que "la crisis del COVID-19 ha entrado en una fase de racionalización y las vacunaciones generan un clima de seguridad que en unas semanas podría materializarse en una recuperación de la confianza y la esperanza de una vuelta a la normalidad, pero seguramente habrá que esperar para al segundo trimestre de 2021.”



Un tercio de los españoles cree que en el próximo año bajará el paro


En lo relativo a las previsiones a un año sobre el nivel de desempleo, continúa dominando la idea de que el desempleo crecerá en los próximos meses, sin embargo, se observa un fuerte descenso en esta opinión, volviendo a niveles previos al verano. De manera paralela, ha crecido el número de personas que creen que habrá menos desempleo y actualmente un tercio de los españoles cree que en el próximo año bajará el paro.

Cuando ponemos la mirada en aquellos que tienen trabajo, vemos un elevado nivel de seguridad en mantener el puesto de trabajo: el 77% de los ocupados ve pocas o ninguna posibilidad de perder su empleo en los próximos 6 meses.  La opinión pública percibe que el empleo que tenía que destruirse ya se destruyó. Esta sensación se agudiza porque las principales problemáticas se focalizan en sectores muy concretos y expuestos a las restricciones: hostelería, textil y servicios de atención al público en los que dominan los autónomos.


Desciende el temor a una reducción de los ingresos familiares


Estos datos se ven reflejados también en la percepción sobre la situación financiera propia en los próximos meses. Tras la fuerte polarización del trimestre anterior, muy alineada con la idea de que iba a crecer el desempleo, en el último periodo de 2020 los españoles, en conjunto, muestran un menor temor a una caída de sus ingresos, y este indicador baja 9 puntos hasta el 15%. Actualmente más de la mitad de los consumidores (56%) creen que sus ingresos se mantendrán en el mismo nivel que el actual.

Viajes, productos financieros y ocio: las categorías con más reticencia de consumo


El comportamiento en torno al consumo continúa siendo muy conservador, siendo mayoría el porcentaje de consumidores que considera que lo más inteligente en este momento es mantener los niveles de consumo (57%). Esta cifra ha crecido levemente desde el periodo anterior al tiempo que ha bajado el porcentaje de consumidores que piensa que hay que reducir el nivel de consumo, aunque todavía lo afirmen 4 de cada 10.

Los productos que encabezan la valoración del momento para comprarlos continúan siendo aquellos relacionados con el hogar, la alimentación y la formación. De las 25 categorías analizadas, 7 han visto empeorar la valoración del momento de compra, siendo, como es lógico los sectores más perjudicados los relacionados con el ocio: viajes, ya sean de fin de semana o largas vacaciones, cine y espectáculos, salir a bares y restaurantes, productos de belleza, equipos de música o televisión y el ocio en general. Los productos financieros y de banca (préstamos, hipotecas) y la compra de una vivienda se encuentran entre las categorías que peor valoración y mayor reticencia de consumo presentan.