Wunderman Thompson, de la mano de tres de sus profesionales —Oscar Peña, director de innovación y tecnología, y Ainhoa Moreno, Ana Alonso y Martín Pietragalla, directores de estrategia—, ha presentado las principales conclusiones de The Future 100, un informe global en el que la agencia de WPP, desde hace nueve años, analiza las tendencias que guiarán el ejercicio.

Desde el prisma de la realidad española, los citados expertos de Wunderman Thompson han repasado las conclusiones más relevantes para nuestro mercado. Para ello, han agrupado las cien tendencias en torno a cuatro macrotendencias, destacando que todas ellas giran alrededor de un concepto común: permacrisis.

Este concepto hace referencia a la crisis estructural extendida. Pandemia, desastres climáticos, guerra e inflación. A tal punto, que diccionario Collins anunció que la palabra del 2022 fue “permacrisis,” definida como un “período extenso de inestabilidad e inseguridad”.

Pero, si a nivel institucional y general estamos en crisis, a nivel micro es donde terminamos buscando reparo. En nuestro entorno cercano. Es ahí, según Wunderman Thompson, donde buscamos un futuro posible y es en lo íntimo donde encontramos el espacio seguro, el lugar donde nos entiendan. Un espacio para recibir al futuro con optimismo, para hacer frente a las amenazas de una crisis continua.

Estas son las tendencias que marcarán 2023 según Wunderman Thompson

Super-self. Un yo amplificado digitalmente, pero con una vida equilibrada

La tendencia hacia una nueva identidad y un nuevo entorno de vida, lleva consigo un replanteamiento de nuestro equilibrio físico y emocional. Los avances en la virtualización de la vida iniciados en el informe de 2022 traen nuevos retos donde la persona se posiciona en el centro de la cadena de valor y se le dota de nuevos poderes. "Estamos viendo señales que apuntan a una búsqueda por parte de las personas de espacios virtuales y nuevas identidades con los que evadirse de la realidad. Esto está generando una profunda reflexión sobre quiénes somos y con quién, y cómo, nos vamos a relacionar en los próximos años. La oportunidad de crear alter egos o avatares virtuales tanto nuestros como de nuestras mascotas o, incluso a futuro, de hijos virtuales, abre el camino a una completa virtualización de las personas y a una continuidad "virtual" de nuestras relaciones físicas", comenta Óscar Peña.

Creator Communities. Pertenecer a un entorno que me entienda

La necesidad de ser entendidos, de ser parte, de estar acompañados evoluciona desde el optimismo, con comunidades a medida que reconocen el valor de cada persona. Ante un mundo en permanente crisis, las pequeñas comunidades son la solución a la crisis de confianza entre marcas, instituciones y personas. “El rol de la comunidad pasa a ser central, las redes sociales tienden a espacios más pequeños donde el usuario sea parte de un grupo desde la afinidad y las marcas uno más en el diálogo”, dice Martín Pietragalla.

Extreme experiences. Explorando la evasión desde todas sus vertientes

Identificamos una necesidad de desconexión, de escapar de la normalidad, de evasión en todas sus ramificaciones. De ahí que la gente busque experiencias únicas de las que solo se viven una vez. Experiencias que pasan por los viajes, las aventuras, o también las experiencias gastronómicas –o incluso experiencias de evasión a través de la diversión, o la reconexión con lo artesano— “La sociedad necesita evadirse, desconectar, y busca experiencias que les saquen de su zona de confort. Algunas marcas como Airbnb han respondido apostando por OMG!, un apartado de casa y experiencias únicas en su web”, indica Ana Alonso.

Inclusion, next wave. Elevando las experiencias en torno a la diversidad y la sostenibilidad

Se observa una clara tendencia hacia proporcionar experiencias que eleven la sensación de actuar por el planeta y por comunidades más desfavorecidas. Nuestro planeta se convierte en el próximo stakeholder de las compañías y las marcas favorecen nuevos productos y servicios a extensas minorías. “Estamos ante la generación del vaso medio lleno frente al pesimismo del que venimos”, explica Ainhoa Moreno.

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