Se trata del primer spot del año 2008 de Minute Maid, con el que la marca inicia una campaña multimedia que contará además con acciones especiales en medios. Sra. Rushmore es la agencia creativa responsable de este trabajo.El spot supone la presentación de un nuevo concepto creativo: el Minute Maid Studio, con el que la agencia ha establecido un símil musical.