El código prohíbe destinar mensajes a menores o mujeres embarazadas, asociar en la publicidad el consumo de vinos con la conducción de vehículos, alegar que el vino puede ayudar a prevenir o curar enfermedades ni reivindicar el efecto desinhibidor del consumo del vino.La aprobación de este código forma parte un ambicioso plan del sector vitivinícola europeo, coordinado desde el Comité Europeo de las Empresas del Vino (CEEV) y el COPA-COGECA. El “Plan del Vino” tiene como objetivo promover la educación en el consumo moderado del vino y en sus propias pautas de consumo, para contrarrestar los terribles efectos de un consumo desordenado de bebidas alcohólicas. Los productores de vino consiguieron parar la pasada legislatura un proyecto de ley que afectaba a la publicidad de todas las bebidas alcohólicas. Sin embargo, la FIV no tenía entonces un código de autorregulación depositado en Autocontrol para su cumplimiento a diferencia del resto de sectores de bebidas alcohólicas. Su argumento ha sido siempre que el vino no es una bebida alcohólica sino un alimento de la dieta mediterránea. Esta nueva situación parece reflejar una reconsideración de esa postura.