Creada por la arquitecta Paula Saco, se trata de una botella de cristal con personalidad y forma marcada, que resalta por su cristal con degradado color rojo, aludiendo a la esencia y la pasión que siente el hombre por el agua.
Está concebida especialmente para los consumidores que desean "una experiencia exclusiva en eventos y reuniones importantes, o para dar un toque de diferenciada elegancia en el hogar", según un comunicado de la marca. Además de las clásicas características que distinguen el agua Bezoya, cuenta con el valor añadido de un etiquetado artesanal en serigrafía.
La nueva botella se inspira en una de las figuras más características de la historia y de la pintura española: una menina. En este caso, como diseño principal de la etiqueta, una menina ha sido cedida para la ocasión por el artista Manolo Valdés.
Según Fernando Romero, responsable de la marca, “la nueva botella Bezoya 40 Aniversario supone un concepto de agua mineral que supera lo convencional, uniendo las características únicas de Bezoya a una nueva imagen con esencia, arte, historia y pasión, dando la oportunidad al consumidor de tener al alcance de la mano una obra de arte con un agua única, de mineralización muy débil como Bezoya, en un diseño basado en los valores que caracterizan a la marca”.
