Con esta campaña, que además contaba con un presupuesto un 55% menor que el del año anterior, la notoriedad de Fanta se disparó hasta el 91% y se coló en el top 10 de anunciantes de Imop. Se batió el record de brand love, una variable que no se había movido en los últimos años.

Propiedad de Coca-Cola y posicionada como la marca de los jóvenes desde 1999, Fanta había ido perdiendo relevancia como marca favorita entre los adolescentes y el favor de las madres, claves en la composición de la cesta de la compra.

La campaña de McCann partió de dos estudios sobre su público objetivo, los adolescentes. Uno encargado a Ipsos por la marca y otro de MMC “New Reality in Europe”, en los que identificaban la diversión como factor clave. La estrategia creativa de la agencia fue dar pie a una nueva ocasión de consumo y vincular a la marca con la diversión alrededor del claim “Si te aburren, mándalos a tomar Fanta y diviértete”.

La agencia ideó una campaña integrada y líquida, seleccionando medios muy afines con el target, y dividida en tres fases. La primera se inició en la web de www.cocacola.es, donde se adelantó el spot de televisión. La segunda fase se difundió en varios medios como televisión, con varias versiones del spot y muchas acciones especiales. También se realizaron cuñas para la radio. Tuenti, Habbo, YouTube, la página de Facebook de la revista Bravo y la web de Fanta fueron soportes para diferentes acciones. La tercera fase tuvo su evento central en una “anti-gala” en Neox.