Solo en los últimos tres años el lanzamiento de productos específicos se ha incrementado en un 70%. En cuanto al uso de cosméticos, el avance ha sido exponencial: en 1990 solo un 4% de hombres reconocía utilizar un producto de cuidado facial, en 2001 ya lo hacía un 21% y hoy uno de cada dos declara que los usa, los elige y los compra personalmente, sin el consejo de la mujer.
Fue hace treinta años cuando Biotherm lanzó tres productos solo para ellos: una hidratante, un antiarrugas y un reafirmante. Hoy ofrece más de 70 tratamientos masculinos distintos. Al hombre actual le preocupa su imagen personal y utiliza todo tipo de productos: hidratantes faciales y corporales, exfoliantes, mascarillas, tratamientos para la prevención de arrugas, reafirmantes y reductoras.
El hombre español ante el espejo
Un estudio realizado por Kantar sobre el hombre europeo concluyó que el alemán es el que más se preocupa por su cuidado físico, y el inglés el que menos lo hace. Los hombres españoles e italianos comparten el segundo puesto, y el tercero es para los franceses. El español hoy está en el podio de los que más se cuidan, pero hace solo cinco años no superaba la mitad de la tabla.
El universo masculino se mueve hoy entre dos conceptos: el ‘grooming’ (aseo) y el ‘mampering’ (hombre que cuida su cuerpo). El hombre actual busca una buena apariencia que vaya más allá de un buen corte de pelo o un traje de chaqueta, tal y como se hacía hace treinta años. Ahora el hombre se preocupa por cuidar su piel, muchos han incorporado la depilación corporal y facial a sus hábitos o el uso de protectores solares, y a esto se añade la práctica de ejercicio físico regular y un mayor interés por la moda. Aunque se han extinguido las barreras de género y se usan muchos productos unisex, el hombre busca la etiqueta “solo para hombres”, un producto específico.