
Las proyecciones ‘mapping’ daban vida hasta cinco tipos de negocio distintos, desde un herbolario a una barbería moderna, negocios que podían ser elegidos por los transeúntes a través de su 'smartphone'. Se proyectaba un código QR sobre el cierre metálico, y una vez escaneado el código se accedía a una ‘web app’ donde el participante escribía su nombre y elegía el tipo de negocio que más le gustaba. Al instante, ‘El proyector de ideas’ daba vida al negocio elegido encabezado con el nombre del participante.