La Despensa ha creado para Mini un test comparativo que da respuesta a esta pregunta. Para ello ha contado con un grupo de expertos en decidir qué mola y qué no. Nueve niños de entre 6 y 9 años, capaces de decidir en un sólo vistazo y sin atender a ningún parámetro que es lo que les dicta el corazón. El resultado de este test ha sido documentado en un vídeo en el que Mini realiza la prueba de comparación definitiva.

Con esta acción, la marca de BMW potencia el lado más emocional de la compra de un coche. Además, recoge un poderoso ‘insight’: el poder de atracción que los más pequeños tienen hacia Mini, siendo una de las primeras marcas de coche que los niños son capaces de reconocer.