Ambos vídeos son protagonizados por la misma pareja, aunque cada uno de ellos cuenta la historia desde una perspectiva distinta, la de él y la de ella. Cuentan cómo ciertos colores nunca deberían mezclarse y hacen hincapié en la importancia de mantenerlos intactos. Sus monólogos usan el sarcasmo para describir su pequeña guerra de colores doméstica.

El lanzamiento de esta campaña, dirigida a un público objetivo más joven, se ha apoyado a través de distintas plataformas: internet, eventos internos, ‘emailing’, acciones con medios de comunicación y redes sociales. La campaña busca dar a conocer el sistema anti-transferencia de colores de Micolor.