
Bajo este mensaje, la marca quiere trasmitir cómo Príncipe ofrece a los niños la fuerza y la energía necesarias para que los más pequeños utilicen sus propios recursos como la imaginación y la experimentación en el día a día con el objetivo de superar todos los retos que se les pongan por delante, y superen con éxito las situaciones cotidianas y los desafíos que tienen por descubrir.
De esta forma, Príncipe cambia de estrategia de comunicación y pretende llegar directamente al corazón de las madres y los padres desarrollando esta campaña mucho más cercana y real, con una perspectiva emocional que identifica a este producto como unas galletas de toda la vida que ayudan a los niños a crecer de forma sana y divirtiéndose.
La campaña, que comenzó el pasado 12 de mayo y finalizará el 30 de noviembre, tiene presencia en televisión, en medios digitales y redes sociales. La creatividad es de Ogilvy París. Los medios los maneja Carat.