La campaña tuvo cuatro fases: un precalentamiento en medios y el lanzamiento del spot en televisión e internet. A continuación, se creó una web y un restaurante a cuyo evento de inauguración se invitó a ‘influencers ‘y se comunicó a través de redes sociales y medios digitales. Posteriormente, se amplificó la campaña con piezas de gráfica, radio, digital e incluso con un concurso con el 'blog' Malasmadres. Finalmente, se firmó un acuerdo con la Fundación Ana Bella, donando parte del dinero de la campaña.
Los resultados en las personas arrojaron un récord en notoriedad con menor presión que se materializó en un Impacto de 51% (más de nueve puntos porcentuales), Branding del 56% (más de cuatro puntos porcentuales), Impacto efectivo 29% (más de siete puntos porcentuales) y más de 130.420 visitas web, La campaña fue ‘trending topic’, el ‘engagement rate’ fue del 15%, las interacciones en Facebook alcanzaron las 435.449, y los visionados de Youtube superaron los 13.017.863, batiéndose el récord tiempo de visionado en dicha plataforma. En Twitter hubo más de 1.173.946 usuarios que realizaron 134.418 visualizaciones y más de 17.559 interacciones.
El sentimiento positivo de la campaña fue del 80%, y el anuncio fue uno de los más compartidos por Whastapp, llegando a ser parodiado en programas de televisión y recibiendo una carta de agradecimiento del Ministerio de Igualdad.
La audiencia de la campaña es en la actualidad de 56.424.514 y la valoración económica es de 3.690.445 euros gracias a los 186 impactos a través de medios como El Mundo, El País, Cadena SER, RNE, Corazón de TVE, Abc.es, Semana, La información o Diez Minutos, que publicaron artículos sobre el anuncio o hablaron de él en sus programas.
Las ventas en volumen de Pavofrío se incrementaron un 2%, lo que revirtió la tendencia descendiente del -2,4% de antes de la campaña. También hubo un incremento de la cuota de mercado en un 4,5% respecto al periodo precampaña.
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