“La combinación junto a la cereza ácida es inesperada, divertida y equilibrada. Dulce, ácida y amarga, la complejidad gustativa llama tanto la atención como su color”, dice en un comunicado la marca.
“Emparenta con las lámbicas por su fermentación espontánea, por el uso de la fruta y porque en apariencia y en sabor nos conduce hasta Bélgica”, explica Antonio Fumanal, maestro cervecero de Ámbar.
Su estilo de fermentación y cantidad alcohólica de 6.7 grados permiten juegos gastronómicos poco habituales en el mundo cervecero. Gracias a su balanceo entre la acidez y el dulzor es posible maridarla con quesos y otros postres.
Ámbar Roja se une así a Ámbar 10, Ámbar Picante y Ámbar Centeno, las otras referencias de la colección.