Hace ya un par de años que LLYC presentaban su campaña ‘Invisible soledad’, creada para BBK.  Una llamada de atención sobre una problemática que no ha dejado de crecer en los últimos años: la soledad no deseada en las personas mayores. Un multipremiado ejemplo de cómo una marca puede llegar a inspirar a otros para impulsar un cambio positivo y de transformación social.

El proyecto ‘Invisible Soledad’, desarrollado por LLYC para BBK, se ha convertido en un fenómeno que ha traspasado fronteras, siendo galardonado con 55 premios nacionales e internacionales (incluidos galardones como los leones de Cannes, Clio Awards, Effie Europeo, Eficacia, Sabre Awards, El Sol, El Ojo, etc.) y nombrado segunda campaña más premiada del año a nivel mundial según Global Creative Index. Coincidiendo con su segundo aniversario se lanza ahora elfenomenoinvisiblesoledad.com, que cuenta la historia de cómo se movilizó a la sociedad por una problemática invisible, la de la soledad no deseada de las personas mayores, al mismo tiempo que se ponía en valor la labor social de BBK.

La campaña abordó una realidad que solo se hacía visible en los medios de comunicación en los casos en que alguien fallecía en la más absoluta soledad, momento en el cual sí recibían atención mediática. Centrándose en este descubrimiento, la idea creativa fue crear “La última persona fallecida en soledad”, una escultura hiperrealista de una mujer mayor que se instalaría en un parque de Bilbao para llamar la atención sobre la muerte en soledad.

El giro llegaría dos días más tarde, al desvelar, después de haber generado ruido mediático y social sobre la soledad no deseada, que aquella mujer sentada en el banco existía realmente. Se llamaba Mercedes y vivía en situación de soledad no deseada. ‘Invisible Soledad’ ha demostrado que atreverse a hacer algo tan diferente en comunicación como una escultura hiperrealista puede ser un gran éxito social; y que asumir riesgos como mantener una fase offbrand de dos días con la sociedad y los medios disparando la conversación, ayudan a multiplicar el impacto posterior.

La campaña logró más de 200 millones de impresiones en redes sociales y los resultados superaron cualquier campaña de comunicación previa de BBK. En total, obtuvieron más de 300 impactos en los principales medios de comunicación (televisiones, conexiones en directo, titulares nacionales y titulares regionales) y la audiencia de la campaña superó los 83 millones. La marca aumentó su notoriedad en un 66% y consiguió mejorar en un 45% la cifra de voluntarios.

De este modo, Invisible soledad contribuyó a situar en el mapa una de las problemáticas clave de la sociedad actual. Un ejemplo de cómo una marca puede, y debe, ser parte activa del cambio social.