"Juego de tronos" es una serie de la que se habla a todos los niveles, desde los fans de las series, a los académicos del storytelling o los expertos en marketing. Si uno googlea el título de la serie, la cantidad de páginas relacionas es apabullante. Investigaciones, artículos, libros, podcasts, wikis… la lista es interminable. El otro día dediqué un rato de mi clase de ficción en TV a hablar de la nueva temporada y sus posibles finales y en una conversación con el charcutero descubrí que hay algunos detalles de la serie que se me han escapado. El tipo sí que es un experto. Seguramente haya más gente por la calle que conozca qué es "Juego de tronos" que el Brexit.

Se puede argumentar que "Juego de tronos" es una marca a la altura de Coca-Cola o Apple. No a nivel de facturación, pero sí a nivel de reconocimiento. El poder de la marca "Juego de tronos" arrastra no solo al contenido en sí sino a todo el ecosistema que le rodea. La venta de las temporadas en vídeo, múltiples apps, merchandising de todo tipo, los libros originales, eventos, videojuegos y un sinfín de productos pueblan el universo GoT haciendo crecer la influencia del relato más allá de la narrativa televisiva.

Podríamos ocupar cientos de páginas analizando las estrategias de marketing de la serie, pero todo sería inútil si nos olvidamos del principal elemento que hace de "Juego de tronos" un producto de éxito: cuenta una historia que interesa al público. Así de sencillo. Sin una buena historia, bien contada, ninguno de los productos periféricos tendría éxito comercial. Una buena historia fideliza e identifica al espectador y cuando conseguimos el milagro de que estos dos elementos estén presentes en millones de personas, entonces tenemos potenciales consumidores de cualquier producto relacionado con el contenido. Analicemos pues las principales claves narrativas de la serie que han disparado la fidelización e identificación del espectador abonando el terreno del éxito comercial:

  • ¿Quién ocupará el Trono de hierro? Esta es la pregunta clave que se detona en la primera temporada de la serie y que solo se resolverá al final. Ocho temporadas con múltiples historias y personajes con múltiples intereses, pero todos convergen en lo mismo: reclamar la corona que una los siete reinos. Este interrogante activo fideliza al espectador. Recordemos que algo parecido ocurrió con la serie "Perdidos" y las múltiples preguntas sobre los misterios que rodeaban a la isla y que mantuvieron al público enganchado a la serie hasta el último capítulo. Queremos saber, nos gusta anticiparnos y no nos gusta que nos defrauden. Nos gusta hacer nuestras cábalas y compartir distintas teorías. ¿Eres del equipo Khaleesi o Cersei? ¿Qué pasará con el dragón convertido? ¿Cuál será el papel que juegue Bran Stark en todo esto? Muchas preguntas rondan la cabeza del seguidor de la serie y seguro que todos tenemos nuestras propias respuestas. La necesidad, porque esto se ha convertido en una necesidad, de conocer el final crea una expectación o hype que hace que el usuario esté constantemente hambriento por conocer más o consumir cualquier producto que le conecte con los aspectos de la serie. Si me gusta Jon Snow, posiblemente me disfrace del personaje en Halloween, si soy muy fan, compraré un traje oficial. Probablemente me compraré una camiseta para proyectar a mi círculo que soy un orgulloso seguidor de la serie. Es posible que entre en la web para ver si publican fechas de estreno o lanzan alguna información que me permita elucubrar nuevas teorías. Me leeré los libros para conocer la propuesta literaria y ver si puedo conectar más puntos de la serie… ¿alguien está tomando nota de todos los ingresos extra que la serie ha recaudado en este ejemplo? Si en El señor de los anillos había un anillo para unirlos a todos, en este caso tenemos una pregunta para fidelizarlos a todos.
  • Mujeres al poder. El movimiento feminista está más en auge que nunca. La ficción es un espejo de la sociedad y observando las primeras veremos que cada vez tenemos más historias protagonizadas por mujeres fuertes. "Vis a vis", "Pequeñas mentirosas", "Velvet", "Muñeca rusa", "Santa Clarita Diet", "El cuento de la criada", etc. "Juego de tronos" no es una excepción y, aunque también cuenta con muchos personajes masculinos dominantes, se puede argumentar que el bando de “los vivos” está dividido entre Daenerys Targaryen y Cersei Lannister. Ellas son las líderes que guían sus ejércitos, principales competidoras por el Trono de hierro y quienes tienen en su mano firmar la alianza para enfrentarse a los caminantes blancos. Tyrion, Jamie o Jon Snow son personajes importantes que se han posicionado antes o después en uno de los bandos previamente mencionados. Así, una narrativa gobernada por mujeres conecta con la realidad social contemporánea. Si me gusta Khaleesi seguramente intente hacerme un peinado como ella y lo comparte en redes sociales. Si lo he hecho bien, mi post tendrá decenas, cientos o miles de reposts. Publicidad gratuita para la serie gracias a la identificación, no está mal.
  • Orden en el caos. El teórico del guion Phil Parker apunta que el tema narrativo más presente desde el 11S es el deseo de orden. Nos encontramos ante un sistema social en crisis que busca un nuevo orden o la vuelta a la estabilidad anterior. Se podrán discutir muchas cosas, pero creo que todos estaremos de acuerdo en que estamos en un contexto social inestable a varios niveles: político, económico, de valores, referentes, etc. De ahí el éxito de las películas de superhéroes. GoT nos presenta una sociedad en la que los distintos reinos están en guerra entre ellos mientras un enemigo superior amenaza la supervivencia de los anteriores. Cada personaje mira sus intereses sin entender que al final todos sucumbirán si no se dan cuenta a tiempo que deben unirse para enfrentar el enemigo común. Ver cómo se resuelve el caos de los siete reinos y finalmente comprobar que estos personajes son capaces de vencer los peligros que los acechan, quizás pueda confortarnos y darnos algo de alivio. Si ellos han sido capaces de superar sus diferencias y derrotar a los caminantes blancos, ¿Por qué no vamos nosotros a salir de esta crisis? Si como dijo Aristóteles, el arte imita a la vida, nosotros buscamos inspiración en el arte para resolver nuestros conflictos.
  • Lo imprevisible como norma. Si hay algo que hace que el espectador desconecte con la pantalla es que sea capaz de prever lo que va a pasar a continuación. Contar una buena historia supone un equilibrio entre satisfacer las expectativas de lo que espera el espectador a la vez que se le sorprende. Juego de tronos aplica este principio de manera brillante y mantiene al espectador con la guardia levantada constantemente. Cualquier cosa puede pasar en cualquier momento. No te encariñes demasiado con un personaje porque pueden ser sus últimos segundos en pantalla antes de morir. La serie se muestra implacable con todos los personajes y eso provoca que la gente sienta un estado de adrenalina constante. Este es un elemento que ha sido ampliamente utilizado en las campañas de marketing. Quizás uno de los más impactantes es el que anunciaba la segunda temporada con la cabeza de Ned Stark clavada en una pica.
Así se anunció la llegada de la segunda temporada
Así se anunció la llegada de la segunda temporada

Como ya se ha apuntado, la solidez narrativa de "Juego de tronos" es el secreto de su éxito comercial. Este no solo ha implicado a la serie, sino que también ha salpicado a su productora y plataformas distribuidoras. Es el buque insignia de HBO y principal argumento de venta de su servicio de streaming en España. Tanto es así, que los ejecutivos de HBO se plantearon recomprar los derechos de emisión a las plataformas españolas que lo tenían, pero su elevado coste, en torno a 60 millones de euros, hizo la operación inviable. Rara vez vemos un producto que tenga argumentos para proyectar su éxito a la propia productora y los canales de distribución. Tanto Movistar como Vodafone exhiben carteles por las ciudades recordando que la serie puede ser vista en su plataforma. Quizás únicamente el fútbol tenga el poder de "Juego de tronos" en nuestro país.

William Goldman, reputado guionista de Hollywood, dejó para la historia su frase “nadie sabe nada” para referirse a cómo podemos saber si una película será un éxito o no. Esta máxima sigue vigente hoy en día. No podemos garantizar cuándo un producto tendrá éxito comercial, pero está claro que si somos capaces de contar una historia que conecte con la audiencia tendremos gran parte del camino hecho. Si la gente nos escucha con interés, entonces estarán en disposición de consumir. Así de fácil y así de difícil.