El amplio universo de agencias de marketing digital a menudo complica a las empresas su búsqueda y elección, y el mero hecho de querer elegir a la mejor se traduce, en muchos casos, en elegir a la más grande, sin tener en cuenta otros factores. Sin embargo, el tamaño no siempre importa y antes de reducir el pensamiento a la creencia de que una agencia mayor va a dar un mejor servicio, hay que plantearse: ¿qué tipo de servicio necesita mi empresa, sobre todo si es pequeña?

La simbiosis entre una pequeña compañía y su agencia es fundamental, por lo que es preciso encontrar un perfil que, en su conjunto de cualidades, méritos, atención y equipo, se adapte mejor a las necesidades del cliente que está dando sus primeros pasos. Las necesidades de este perfil de empresa de reciente creación deben ser entendidas por un tipo de agencia digital muy específica, que reúna unas cualidades que suelen darse, casi siempre, en las de menor tamaño, por su flexibilidad, agilidad, capacidad de integración y menores costes.

Cualificación

Lo primero y fundamental es medir la capacidad del equipo. En un equipo pequeño la comunicación es más fluida y constante, y permite mantener un trato personalizado con el cliente, un hecho clave en una pequeña empresa o startup, donde pocas personas desempeñan muchas tareas y no hay grandes departamentos en los que delegar. Los empleados en agencias de menor tamaño suelen estar altamente cualificados y especializados, y no es común que haya perfiles muy junior o becarios que carguen con el peso del trabajo, lo cual garantiza al cliente el éxito de la campaña.

Agilidad

Las agencias más pequeñas son más ágiles, reaccionan mejor ante los imprevistos y se integran más fácilmente en las empresas que contratan sus servicios. La relación del cliente con el equipo de una agencia pequeña es más directa y siempre está al alcance. Y, lo que es más importante: la meta de estas agencias son resultados óptimos y clientes satisfechos, y no tanto lograr menciones, premios o posicionarse en un ranking, como sucede con las agencias digitales de mayor prestigio.

Escucha

Otro hecho fundamental que tiene que valorar el cliente es el presupuesto. Lo normal es que las pequeñas compañías tengan presupuestos ajustados para casi todo, también para contratar los servicios de agencias digitales. Una grande, casi con toda seguridad, cobrará mucho más por el mismo servicio que una agencia de menor tamaño, que sabrá escucharte mucho mejor y recomendarte soluciones adaptadas a tus necesidades y te acompañará en todo el crecimiento.

Flexibilidad

Es frecuente, además, que una startup o pequeña empresa viva cambios constantes de actividad, a los que una agencia de más pequeña puede adaptarse más fácilmente que una gran agencia, donde los grandes departamentos hacen inevitable que la capacidad de adaptación a los cambios sea menor.

Además de meditar acerca del tipo de pequeña empresa que somos, antes de contratar el servicio de una agencia, hay que plantear también qué objetivos buscamos y qué perfil de agencia necesitaremos. Es importante valorar la trayectoria de la agencia no tanto por su antigüedad, sino por sus logros, los clientes a los que han dado servicio y las campañas que han realizado. Es sorprendente la cartera de clientes y las exitosas campañas que pueden llegar a tener pequeñas y desconocidas agencias.

En definitiva, una pequeña agencia digital puede facilitar mucho el trabajo de muchos clientes, enfocando el trabajo con mayor determinación y adaptándose mejor a las necesidades de la marca.