Durante el 2020, en España, 29 millones de personas utilizamos diariamente las redes sociales y pasamos casi seis horas al día en internet. En un año marcado por la imposibilidad de socializarnos tal y como siempre lo hemos hecho, cada red social se afianzó aún más en su rol en nuestras vidas. Instagram y su exposición constante de qué hacemos a cada minuto; Twitter para opinar de todo y, de paso, ofendernos por el camino; Twitch para los que el gaming es un estilo de vida; el podcasting para sacar al Iñaki Gabilondo que todos llevamos dentro o TikTok para creernos que nosotros también somos eso que ahora se llama content creators. Así que, estando más que repartidas que nunca las cartas de la baraja del social media, parecería que ya no hay hueco para nadie más en la partida… pero, ¿esto es así realmente? Clubhouse, la nueva app basada en salas de audio chat, a la que solo se accede por invitación y que tiene más cola para acceder que una discoteca de Ibiza en sus buenos tiempos, ha llegado fuerte para demostrarnos que igual estamos equivocados y que todavía quedan trozos del pastel por repartir.

Clubhouse tiene más cola para acceder que una discoteca de Ibiza en sus buenos tiempos y ha llegado fuerte para demostrarnos que igual estamos equivocados y que todavía quedan trozos del pastel por repartir

Vayamos pues por partes para entender el porqué del éxito fulgurante de la nueva chica en la oficina de las redes sociales.

Lo primero es que Silicon Valley nunca descansa. Paul Davison y Rohan Seth, ex ingeniero de Google e inversionista conocido en la meca de las nuevas tecnologías respectivamente, son los fundadores de esta nueva red social. En pos, como suele ser habitual, de ofrecer un espacio donde crear conexiones reales entre personas, en base a intereses comunes. Hasta aquí todo muy human centered design, un punto de partida común a muchos otros “corderitos” del social media, que ante todo “viva la gente… es lo que nos gusta más” y lo que nos hace ganar dinero de paso también. Pero, ¿qué hace diferente a Clubhouse entonces? Pues para empezar su funcionamiento, donde la voz se convierte en la estrella de la experiencia. Y es que 2020 ha sido el año de la consolidación definitiva podcasting y la voz como herramienta para comunicarnos en digital en cualquier rincón del planeta. Al final, innovar no es otra cosa que coger algo que ya funciona y hacer que funcione todavía mejor. Por eso, Clubhouse da un pasito más y te ofrece la posibilidad de que no solo escuches pasivamente la opinión de otros sobre un tema que te interesa, si no de que seas parte activa de esa conversación. Porque aquí lo te que vas a encontrar son chat rooms de audio en vivo, donde se tratan diferentes temas, liderados por un moderador y donde puedes participar, exponer tu punto de vista y conectar desde con gente desconocida, pero afín a ti por intereses, pasando por el CEO de una startup, Drake, Jared Leto o la todopoderosa Oprah.

Lo que nos lleva a la segunda clave de su éxito. La exclusividad. Otro viejo truco que funciona (casi) siempre con la humanidad. A Clubhouse solo puedes acceder por invitación de otro miembro. Y si a esto le unimos titulares como que el mismísimo Elon Musk se pasea por sus salas de audio hablando sobre la vida en Marte, criptomonedas o inteligencia artificial, has activado el botón de la aspiracionalidad y el deseo de pertenencia a ese grupo taaaan guay que todo humano parece llevar dentro. Obviamente, la idea es que puedas participar de igual a igual en conversaciones con estas personalidades, y con todo el mundo, ya que la moderación es otro de sus principios. El objetivo es participar y aportar. Aquí no se viene a ser un troll o un groupie más. En Clubhouse cualquiera puede expulsarte de una sala si no cumples las normas establecidas parar crear diálogo abierto y respetuoso que enriquezca a los demás.

Y es que otro de los factores que siempre ayuda también a que tu app se convierta en eso que todo el mundo estaba esperando es el momentum. En el 2020 el colapso mundial a muchos niveles centró nuestras vidas y conversaciones. Precisamente Clubhouse dio sus primeros pasos como app ofreciendo un espacio a diferentes gurús para aportar opciones sobre cómo reaccionar ante la pandemia del coronavirus. Por eso, en un mundo hiper polarizado, donde ofrecer nuestra opinión y participar de la conversación con una voz propia ya no es una necesidad, si no casi una obligación para muchos, Clubhouse aporta un nuevo espacio donde el debate que se genera, lleve a construir algo en común y no solo a discutir en hilos interminables de crispación.

Así que audio, exclusividad y moderación son las claves del éxito para que todo el mundo quiera ir a tu fiesta… de momento. Veremos hasta dónde puede crecer Clubhouse y cómo cala de verdad para no ser solo el hype del momento. Sobre todo teniendo en cuenta que por ahora solo está disponible para IOS y, sobre todo, porque Twitter prepara algo similar con sus “Spaces”. Veremos si la app del pajarito no le acaba robando su trozo pastel a Clubhouse, como ya sucedió con Instagram Stories y Snapchat. La batalla en el mundo de las audio apps está servida para este 2021. Hagan sus apuestas señores.

Mientras que esperamos a ver qué pasa, ahí va un truco para conseguir acceder antes a Clubhouse. Descárgate la app y ponte en lista de espera. Si alguno contacto tuyo está ya dentro podrá verte y moverte al frente de la cola.

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PRO TIP: Descárgate la app y ponte en lista de espera. Si alguno contacto tuyo está ya entro podrá verte y moverte al frente de la cola.