¡Lleno en el Camp Nou! Y no es un partido del Barça. Es la fase final de la Kings League, la competición que amenaza la hegemonía del fútbol tradicional. Millones de personas siguiendo los partidos en abierto, sin abonar un solo euro, y casi cien mil en el mítico estadio que encumbró a Cruyff, Messi y Maradona.

¿Qué es la Kings League? Es una competición de fútbol real, que se juega con reglas parecidas al fútbol sala y donde los equipos son amateur. No están presididos por un constructor ni por un jeque, sino por un streamer. Ha sido creada por Gerard Piqué e Ibai Llanos. La liga de momento se circunscribe a España y los partidos se juegan físicamente en el Cupra Stadium, un polideportivo de la Zona Franca de Barcelona, pero son vistos y comentados en redes sociales y en Twitch por millones de personas. Para la final, llamada Final Four, Piqué y Llanos eligieron el domingo 26 de marzo, en un fin de semana de descanso de LaLiga, y se conjuraron para llenar el Spotify Camp Nou.

Además de Piqué y Llanos, entre los presidentes y jugadores de la Kings League están personalidades como Iker Casillas, el Kun Agüero, TheGrefg, DJ Mariio y Ronaldinho. ¿Pero quién está detrás de esta idea? La Infojobs Kings League es un proyecto es de Kosmos Holding, la empresa de deporte y entretenimiento con sede en Barcelona creada por Gerard Piqué. A Kosmos le debemos también los nuevos formatos de la Supercopa de España y de la Copa Davis.

Ha venido a revolucionar el deporte y a cambiar sus reglas. La gente joven se está desenganchando del fútbol por motivos económicos y porque se aburre con ciertos corsés que no encuentra cuando se sumerge en su pantalla: forma sus propios equipos, ficha, vende, juega partidos rápidos y lo hace con los amigos y con miles de jugadores virtuales al mismo tiempo… Eso es lo que emula la Kings League. Se trata de reformatear el fútbol tradicional desde el mundo del videojuego. 

El reglamento lo diferencia claramente de cualquier modalidad de fútbol visto hasta ahora. Lo más impactante es el sistema de cartas que intervienen en el juego. Cada equipo elige una carta por partido y puede hacerla valer durante el partido, como en los juegos de mesa tradicionales y en los videojuegos. Una carta que, por ejemplo, hace que tus goles valgan el doble.

Los espectadores asisten no solo al juego en directo o diferido, sino que entran en el campo y en el vestuario. Pueden presenciar las conversaciones entre los jugadores y el banquillo y participar en el propio juego con sus comentarios, votos y elecciones. ¡Inmersión total!

La liga que le gustaría a Harry y Hermione

La Kings League evoca, en mi opinión, el juego del Quidditch inventado por JK Rowling para Harry Potter. Son también 7 jugadores por equipo, como en los campos de Hogwarts. Aunque la Kings League no se juega con escobas, la identidad visual que le rodea, el aire un poco escolar de los partidos, la mezcla de juego real y virtual y la generación a la que va dirigida conectan curiosamente con la que jugó durante años al Quidditch en los libros y películas basadas en el imaginario de JK Rowling.

Algunas de sus fortalezas:

Libre. Su fuerza y novedad reside precisamente en que la Kings league no está condicionada por ningún corsé federativo ni institucional. Puede cambiar las reglas, crecer y mercantilizarse todo lo que desee su propietario, Kosmos Holding. 


Escalable. El margen de crecimiento es un caramelo para inversores. Ha empezado con muchísima fuerza en España, pero sus límites nadie los conoce. Al ser independiente, puede asociarse con marcas y países, saltarse fronteras políticas, adaptarse a las tendencias de cada momento y pasar sin problema del mundo físico al virtual, y viceversa.


El fútbol de la gente. Aunque la Kings League puede ser un gran negocio, aparenta lo contrario a un fútbol profesional secuestrado por los grandes capitales y que a veces parece que desoye y desprecia a las aficiones. No hay petrodólares que impongan la hegemonía de sus clubes. Un grupo de chavales de barrio puede montar su equipo y proclamarse campeón. Los presidentes son streamers con una popularidad tremenda. Y sus impulsores, dos personas muy queridas socialmente, como Piqué e Ibai Llanos.


Domina la conversación. Desde que comenzó, hace solo cuatro meses, ya está en boca de todos. Es líder en TikTok y Twitch. Ha sabido aprovechar a su favor el polémico y musicalizado divorcio entre Piqué y Shakira, pues la estrella del Barça ha contestado a su ex en sus intervenciones previas a los partidos, ha atraído decenas de cámaras y medios al Cupra Stadium, y hasta ha aparecido conduciendo un Twingo cuando llegaba al estadio en la Zona Franca.


Es gratuito. El fútbol tradicional es muy caro para los jóvenes espectadores. Ser socio de un club o seguir los partidos por televisión solo está al alcance de quien puede gastarse cientos de euros al año. Es el fútbol de los jóvenes. Y de los niños. Para ellos acaba de crear una competición específica: la Prince Cup.

 

Alguna de sus debilidades:

Su sesgo masculino. Repite los estereotipos del mundo del fútbol tradicional y del sexismo de los videojuegos de los que también bebe. La Queens League, que arranca en mayo, ha sido creada como Eva de la costilla de Adán: es decir, los equipos de mujeres son derivaciones de los equipos masculinos y sus presidentas son en ocasiones las novias de los streamers. Choca que un formato tan innovador haya nacido de forma tan poco inclusiva. Lo lógico es que jugaran chicos y chicas juntos desde el principio. Estará patrocinada por Oysho.


La falta de merchandising. Seguro que se soluciona rápido, pero de momento no hay productos vinculados con la Kings League, no hay tienda, salvo el videojuego Kings League Fantasy Marca. Atentos a la próxima Navidad y al resultado del merchandising que han creado para la Final Four.


Nicho latinoamericano. El propio Piqué ha reconocido que la internacionalización empezará probablemente por América Latina. Ya cuentan en los equipos por jugadores emblemáticos como Chicharito, Saviola, Agüero o Ronaldinho. Pero falta dar el salto a otros mercados con gran proyección. Especialmente aquellos que quedan fuera de las grandes competiciones mediáticas, como Europa del Este, África, China, Japón o EEUU.

 

LaLiga goza de muy buena salud. Es un imperio económico excelentemente gestionado. Pero tiene un problema: el atasco entre las nuevas generaciones. La Kings League le puede ayudar a ganar el futuro.