Google no ha querido denominar a su sistema con el genérico de behavioral targeting o marketing por comportamiento. Aunque el principio es el mismo, el sistema de Google plantea algunas diferencias, comenzando por la "amplísima cobertura" que, según dijo su director general en España, Javier Rodríguez Zapatero, llega en nuestro país al 82% de los usuarios en el caso de Google, y a 11,5 millones en el de YouTube. Y siguiendo por la posibilidad que tiene el usuario de modificar su perfil, algo hasta ahora inédito en otros sistemas. En concreto, los anunciantes podrán ofrecer publicidad a los usuarios que hayan visitado previamente su sitio y a los usuarios que Google asocie a una categoría de interés determinada a partir de las visitas que haya realizado anteriormente a YouTube y a la Red de contenido de Google. Por ejemplo, si un internauta busca botas de fútbol en un sitio de ropa deportiva en agosto, ese mismo sitio podrá ofrecerle anuncios en otras webs afiliadas a Google para informarle en diciembre de sus ofertas de invierno. O si una persona pasa parte de su tiempo viendo vídeos de coches en YouTube y reseñas sobre vehículos en la red de contenido de Google, se le clasificará como aficionado a los coches y podrá ver más anuncios relacionados con este tema. Para ello se utilizan las cookies que Google almacena en el navegador de los internautas y que ahora se utilizarán para que los anunciantes les muestren publicidad relacionada con sus gustos o aficiones. El sistema permitirá “pasar de la segmentación demográfica tradicional, a otra basada en el interés del usuario a partir de los patrones de comportamiento del usuario”, explicó Rodríguez Zapatero durante la presentación a medios de nuestro país.

Control del usuario Además, Google ha puesto en marcha un sistema que permite a los usuarios ver y controlar el modo en que se les muestra la publicidad. A través del Administrador de preferencias de anuncios (www.google.es/ads/preferences) el internauta puede ver, añadir y eliminar los intereses a los que está asociado o incluso desactivar totalmente la recepción de anuncios de este tipo (lo que no quiere decir que deje de recibir publicidad). Desde Google hacen hincapié en la transparencia del sistema y en su preocupación por la protección de datos del usuario, que se guardarán durante 18 meses, aunque el sistema sólo utilizará los del último mes y medio para asignar las categorías. Según su director general en nuestro país, el lanzamiento “representa un avance tecnológico que va a poder ser aplicado a una masa crítica importante y, además, se va a hacer de una forma muy clara para el usuario”. También confirmó que el nuevo sistema no implicará un cambio de tarifas y que se seguirán utilizando las dos fórmulas actuales de venta: CPC (basado en subastas, para la publicidad en buscadores) y CPM (para publicidad gráfica). Desde el pasado 11 de marzo funciona la versión beta de Anuncios basados en intereses. A principios de abril unos cuantos anunciantes estadounidenses y europeos empezarán a utilizar en período de prueba el sistema y Google espera que esté disponible para todos los anunciantes de Adwords a finales de año