
En 2016, la inversión desperdiciada en digital por fraude fue de 12.480 millones de dólares. Esta cifra representó el 20% de todo lo invertido a escala mundial en 2016, año en el que los anunciantes destinaron 66.000 millones de dólares a este medio, de acuerdo con datos de Emarketer de los que se hace eco ‘MediaPost’.
Por su parte, la Federación Mundial de Anunciantes (WFA por sus siglas en inglés) dice que solo hay una actividad delictiva en el mundo que supere en términos económicos la cantidad que maneja el fraude publicitario: el tráfico de drogas. Esta asociación predice que los impactos fraudulentos harán a los anunciantes desperdiciar un total de 50.000 millones de dólares.