
Las tiendas de Ikea suelen estar localizadas en las afueras de las ciudades, por lo que los consumidores pasan bastante tiempo de camino a su tienda más próxima. Así que Ikea, para la apertura de un nuevo establecimiento en Dubái, desarrolló una ingeniosa acción: premiar a los clientes con un novedoso método de pago.
De la mano de la agencia Ogilvy Dubái, la marca convirtió los precios de sus productos a tiempo. Esto significaba que los clientes podían pagar con el tiempo que habían invertido durante toda su vida viajando a las tiendas Ikea (esto es posible saberlo gracias a la función de Google Maps llamada ‘timeline’).
