El spot navideño de John Lewis, uno de los más esperados del sector todos los años,  cuenta la historia de un adolescente que, incapaz de verbalizar sus sentimientos hacia su padre, decide regalarle un vinilo con la canción homónima. El tema, originalmente interpretado por Alison Limerick y reversionado para esta ocasión por Labrinth, actúa como catalizador emocional. Al escucharlo, el padre rememora su juventud en una pista de baile de los años Noventa, entrelazando esos recuerdos con los primeros momentos vividos junto a su hijo.

La pieza audiovisual ha sido producida por Iconoclast y dirigida por Jonathan Alric. El relato culmina en un abrazo silencioso pero cargado de significado entre padre e hijo, consolidando el mensaje central de la campaña: el regalo como vía de conexión emocional.

Un producto con causa social

La campaña va acompañada por la comercialización del vinilo que aparece en el anuncio, disponible por 14,99 libras tanto en la tienda como en la app de John Lewis, con acceso exclusivo durante 24 horas para los miembros del programa de fidelización My John Lewis.

Todos los beneficios obtenidos por la venta del vinilo se destinarán al programa Building Happier Futures de John Lewis Partnership, que apoya a jóvenes provenientes del sistema de acogida.